La enfermedad de Alzheimer, sexta causa de muerte en los EE. UU. y el padecimiento de más de 700.000 personas en España, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades; y la demencia, asociada a una pérdida o debilitamiento de las facultades mentales, han sido relacionadas por un estudio realizado por investigadores en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer como una menor aparición si se toman precauciones como, por ejemplo, llevar una vida y hábitos saludables.
Frente a la imposibilidad de cura contra el Alzheimer, la demencia incluso en personas que tienen un riesgo genético, podría ser evitada o al menos disminuir las probabilidades de contraerla siguiendo una combinación de hábitos preventivos como una alimentación adecuada o no fumar, entre otros.
El experimento demostrado en un grupo de personas mostró que el deterioro cerebral podría reducirse con la ayuda de la práctica de ejercicio regular, estimulación cognitiva y una dieta saludable para el cerebro, consumo de alcohol minimizado y no fumar. Un periodo de evaluación que abarcó seis años y en el que se mostró un 60 % menos de posibilidades de desarrollar demencia o alzheimer en personas que cumplían con todas las actividades en comparación con otros que solo realizaban una de ellas.
Otro estudio paralelo realizado en el Reino Unido mostró como entre las personas con un mayor riesgo genético de deterioro cognitivo, la demencia era un 32 % más baja en las personas con un estilo de vida saludable, según investigadores de la Universidad Rush en Chicago, según NBC news.
"Esto refuerza la idea de que algunos de estos factores del estilo de vida pueden afectar la trayectoria del envejecimiento cognitivo y el desarrollo de la demencia", aseguró el Dr. Ronald Petersen, director del Centro de Investigación de la Clínica de la Enfermedad de Alzheimer de la Clínica Mayo.
Con la escasez de medicamentos existentes para combatir la enfermedad de Alzheimer, los nuevos estudios "son una excelente manera de dirigirnos a la investigación", ha señalado Juleen Rodakowski, profesora asistente en el departamento de terapia ocupacional de la Universidad de Pittsburgh.
Sin embargo, el Dr. Jason Brandt, profesor en los departamentos de Psiquiatría y Ciencias del comportamiento y Neurología de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, ha indicado que los análisis realizados "no arrojan luz suficiente sobre si los comportamientos de estilo de vida saludables desaceleran la patología que dispara el cerebro en personas con Alzheimer o simplemente hacen que el cerebro sea más resistente".
No así en el caso de la experimentación con animales donde, el Dr. Brandt indicó que "si le das a los ratones genéticamente diseñados para que el Alzheimer sea un ambiente enriquecido, se desempeñan mejor en las pruebas de memoria y bajo el microscopio hay menos amiloide", una de las proteínas que destruye el cerebro de los pacientes de Alzheimer, dijo Brandt.