Seguramente siempre habrás escuchado que los equinoccios de primavera y otoño marcan el momento en que día y noche duran lo mismo tanto en el Hemisferio norte como en el sur. Pero esto no es exactamente así. El fenómeno astronómico que realmente marca la fecha en que día y noche duran 12 horas (minuto arriba-minuto abajo en algunas zonas) es el equilux ¿Por qué este desajuste?
Como habrás notado, los días se van acortando –en esta época del año lo hacen además muy rápidamente–. Cada día dura entre 2 y 3 minutos menos que el anterior, porque amanece un poco más tarde y el sol se pone un poco antes.
Eso sí, por ahora, los días siguen siendo ligeramente más largos que las noches, lo cual seguirá siendo así el día 22 de septiembre, cuando se produce el equinoccio de otoño. Tomando como ejemplo Madrid (ya que la hora del orto y el ocaso varía unos segundos o minutos según la zona de España), el día del equinoccio de otoño recibiremos en la capital 12 horas y 8 minutos de luz solar. Es decir, hay un desajuste de 8 minutos entre día y noche.
En cambio, el día 25 de septiembre, el sol saldrá a las 6 h 06 minutos y se pondrá a las 18 h 06 minutos. Es decir, durará exactamente 12 horas. Ese día será el equilux.
La única excepción será Canarias, donde el día 25 durará 12 h y dos minutos, y en cambio será el 26 cuando dure exactamente 12 horas. Esto ocurre porque el archipiélago se encuentra en una latitud bastante más baja que la Península y Baleares.
Este baile de nombres se produce porque, durante el equinoccio, el Sol se coloca aparentemente sobre el ecuador. Pero cuando decimos el Sol nos referimos a su centro. Por tanto desde su centro a su extremo visible, el Sol sigue emitiendo luz, y esa luz prolonga el día esos 8 minutos que dura de más el día 22 de septiembre (equinoccio). El equilux, en cambio, no lo marca la posición del Sol sino la duración de esos rayos solares puramente.