Lo curioso de este 'túnel de equinoccio', que a día de hoy está cerrado por unas vallas, es que, en su momento, no se construyó con la idea de que brillara específicamente en los equinoccios, algo que sí ocurrió, por ejemplo, con el 'Stonehenge' de Teruel, que marca el inicio del otoño desde hace 4.500 años. Simplemente, la orientación del túnel, unida a la casualidad, hizo posible el fenómeno.
Los habitantes de Valdealgorfa ya están mirando al cielo y cruzando los dedos: que se ilumine o no dependerá del tiempo que haga. No sería la primera vez que el evento se trunca por culpa de las nubes y la niebla. De hecho, eso es algo más que habitual en los equinoccios de otoño, una época en la que los cielos están más encapotados en la región.
Al parecer, se trata de uno de los orgullos de la localidad, que año tras año invita a los turistas a visitar, acompañándolo de un café con pastas típicas de la región. Un plan perfecto para disfrutar en familia si tenemos en cuenta que este año coincide con festivo para celebrar el Día del Padre.
*Ubicación del pueblo de Vakdealgorfa, al norte de Teruel