Ya conocíamos el apoyo público que el multimillonario Elon Musk ha hecho del Dogecoin, la popular criptomoneda, líder de las divisas conocidas como 'las memecoins'. Pero desconocíamos los motivos de este amor incondicional por la moneda que lleva al sorprendido perro Shiba Inu en su logotipo. Hasta ahora. Y es que parece que Musk está trabajando con los creadores de la moneda hace meses.
La semana pasada Musk anunciaba que Tesla dejaba de trabajar con bitcoins como método de pago (solo dos meses después empezar a hacerlo) debido al impacto medioambiental que supone la minería y las transacciones de la criptomoneda. Tras este anuncio, el CEO de Tesla se abría a trabajar con otras criptodivisas que fueran más respetuosas con el medio ambiente. Sin nombrarla, todo el mundo entendió que Musk se refería a Dogecoin.
Hace unos días, el propio Musk desvelaba el misterio de su apoyo a esta criptomoneda como viene siendo habitual, publicando un tuit en su cuenta de Twitter. En él desvelaba que está trabajando en la mejora de las transacciones de esta divisa con su grupo de desarrolladores: "Trabajando con Doge devs para mejorar la eficiencia de las transacciones del sistema. Potencialmente prometedor", afirmaba.
Dogecoin cayó tras la decisión de Musk de dejar de trabajar con los bitrcoin, como pasó con el resto de criptodivisas, pero el fin de semana pasado su cotización ha saltado de los 43 centavos de dólar a superar los 50 centavos por unidad, tras el compromiso de Musk de hacer dicha moneda una divisa más respetuosa con el medio ambiente.
El consumo de energía de las criptodivisas están relacionadas con los procesos de cálculo necesarios para llevar a cabo su minería (el proceso de creación de las monedas) y el verificado de sus transacciones. Estas criptomonedas están basada en la tecnología de block chain y precisan de muchos ordenadores trabajando a la vez, en distintas partes del mundo, para certificar estos proceso y que estén cifrados correctamente para darles seguridad. Estos procesos requieren de mucha energía.
Pero mientras el bitcoin consume unos 707 kilovatios por cada transacción, dogecoin sólo requiere de unos 0,12, ya que utiliza menos cálculos. además, hay que tener en cuenta que la mayoría de la energía consumida por los bitcoins proceden del carbón, ya que más del 75% de su minería se produce en el país asiático (muy dependiente aun de esta fuente de energía contaminante).
El trabajo de Musk con los desarrolladores de Dogecoin podría hacer que esta moneda optimizara sus cálculos para consumir menos energía, además de conseguir eliminar la huella de carbón de la energía necesaria para minarla.