Se crea la primera divisa digital pública, el Dólar de Arena: ¿cómo influye en el mercado?
El Dólar de Arena es una divisa digital que se ha emitido por el Banco Central de Bahamas
Las CBDC serán monedas digitales públicas para competir con las actuales criptodivisas
Los expertos aseguran que revolucionarán el mercado, liberalizando el sistema financiero
El auge de las criptodivisas llevó el pasado año a los bancos centrales de los distintos países ha comenzar a trabajar en sus propios proyectos de monedas digitales, unas divisas virtuales públicas conocidas como CBDC (Central Bank Digital Currency). Hay algunos proyectos de criptodivisas públicas muy avanzados, como la que prepara el Banco Central Chino, pero ha sido Bahamas el primer país en lanzar una CBDC: el Dólar de Arena.
El Banco Central de Bahamas ha puesto ya en circulación el Sand Dollar o Dólar de Arena, que ha tomado como nombre el de unos peculiares animales marinos típicos de estas islas (la Clypeasteroida). Una divisa digital para un país divido en más de 700 islas y cayos con menos de 400.000 habitantes. El Banco Central del país ha explicado en su página web que esta divisa se ha creado por la dificultad de acceder a cajeros y oficinas bancarias en todas las islas y para ayudar a simplificar los modos de pago.
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El Dólar de Arena: la primera moneda digital pública
El Dólar de Arena es una divisa cuyo tipo de cambio es el mismo que el del dólar bahameño, lo que asegura a los usuarios que la adquieran que no se perderá por circunstancias como quiebras de entidades o fugas de pósitos. Pero este Dólar de Arena no es una criptomoneda, sino una medida de cambio centralizada, regulada por el Banco Central de Bahamas, estable y segura. Es una imagen digital y asegurada de una moneda de curso legal, acuñada por un Banco central público (las criptomonedas son emitidas por el sector privado).
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado un artículo en el que analiza el lanzamiento del Dólar de Arena: "La nueva moneda está disponible para ciudadanos y empresas para comprar y vender bienes y servicios y enviarse dinero entre sí. Los dólares de arena son emitidos y regulados por el banco central de las Bahamas", han apuntado en un artículo expertos del FMI.
Tras un periodo transitorio en el que se hicieron pruebas con esta divisa digital, el Banco Central de Bahamas lanzó la moneda de manera oficial y comenzó a distribuir los dólares de arena entre los bancos comerciales, los proveedores de sistemas de pago y demás agentes del sistema financiero del país. Al igual que pasa con otras criptomonedas, los dólares de arena pueden almacenarse en billeteras digitales de los ciudadanos, a las que pueden acceder desde cualquier dispositivo y realizar pagos rápidos, sencillos y seguros.
Las CBDC que vienen: la libra digital o el 'Projecto Helvetia'
El Dólar de Arena de Bahamas es la primera, pero no será la última divisa digital pública. Los proyectos de CBDC se han acelerado tras la pandemia, con el auge de los pagos digitales en todo el mundo. Las próximas monedas en aparecer, por sus proyectos más avanzados, podrían llegar de Pekín, Londres o Berna.
El Banco de Inglaterra (BoE) ha iniciado los preparativos de cara al futuro lanzamiento de una libra digital con el establecimiento, junto al Tesoro del Reino Unido de un grupo de trabajo sobre moneda digital centralizada (CBDC) para su uso por parte de hogares y empresas y que coexistiría junto con el efectivo y los depósitos bancarios.
El Banco Nacional de Suiza anunció hace pocas semanas un ensayo sobre la creación de una divisa digital. El trabajo, denominado 'Project Helvetia', ha explorado la viabilidad tecnológica y legal de transferir activos digitales mediante la emisión de una CBDC (divisa digital de banco central) institucional en una plataforma de activos digitales distribuidos.
Otros bancos centrales Europeos, además del Banco de Japón (BoJ) o la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ya están trabajando en sus propias divisas digitales.
La revolución que llegará con las CBDC
El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordoñez, afirmó hace meses que la llegada de las CBDC cambiarán por completo el sistema financiero. En su opinión si los bancos renunciasen a su actividad de depósitos y se introdujese el dinero digital público (CBDC), dejarían de estar "protegidos" por el Estado y se verían obligados a trabajar en un entorno de mayor competencia y menor intervencionismo que propiciaría una mejora de los medios de pago y la llegada de nuevos servicios.
"Cuando la introducción del dinero público sea plena, ya no habrá ninguna razón que justifique el intervencionismo del Estado y veremos las mejoras que introducen la innovación y la competencia", ha sostenido.