Combatir la obesidad puede convertirse en una auténtica odisea para muchas personas por la genética y su estilo de vida. Lo primero que los médicos recomiendan es realizar ejercicio, pero muchas veces no queda claro qué tipos son los mejores para frenar el aumento de peso.
Ahora, un estudio realizado por la Universidad Nacional de Taiwán ha examinado las interacciones entre la genética de los individuos y sus rutinas de ejercicio, así como cinco medidas de obesidad, como el índice de masa corporal (IMC), el porcentaje de grasa corporal y la relación cintura-cadera.
Asimismo, los investigadores han identificado los cinco tipos de ejercicio que son especialmente efectivos para combatir los efectos genéticos que contribuyen a la obesidad. Se trata de correr, andar, escalar, algunos bailes y el yoga, frente a otros ejercicios como la natación y el ciclismo.
La investigación ha concluido que correr regularmente es el mejor tipo de ejercicio para controlar la obesidad. Le siguen escalar montañas, caminar, ciertos tipos de baile y el yoga. Sorprendentemente, el ciclismo, los ejercicios de estiramiento, la natación y el ‘Dance Dance Revolution’ no contrarrestaron los efectos genéticos sobre la obesidad.