Octubre será un espectáculo astronómico de comienzo a fin. El mes ha empezado con una luna llena, llamada de cosecha por la coincidencia con el momento de recoger lo sembrado, y con dos lluvias de estrellas que alcanzarán su pico de actividad en unos días: las dracónidas y las oriónidas: ¿Cuándo podrán verse en España?
Las dracónidas suelen ser una lluvia de meteoros modesta, informa el Instituto Geográfico Nacional (IGN), pero no son las más rápidas, y por tanto no descartes ‘cazar’ más de una.
Se producen entre los días 6 y 10 de octubre porque la Tierra atraviesa el anillo formado por los fragmentos desprendidos del cometa 21P/Giacobini-Zinner, que se estrellan contra la atmósfera terrestre y producen un destello fugaz. La noche que más se dejan ver es la del 7 al 8 de octubre.
Como decimos, a pesar de no ser muy numerosas –caen alrededor de 20 meteoros por hora–, las dracónidas viajan a solo 20 kilómetros por segundo, y esto hace que no se desvanezcan tan rápidamente.
En esta ocasión coincidirán con la Luna en fase menguante, con que podrá en parte entorpecer la observación, aunque el IGN recuerda que en 2011, “a pesar de que la Luna dificultaba la observación, fueron contabilizados más de 600 meteoros por hora”. No obstante, recomienda aprovechar el inicio de la noche, justo antes de asomar la Luna, para asegurarnos de que no eclipsa su brillo.
Las oriónidas suelen ser visibles durante todo el mes, aunque la máxima actividad se alcanza la noche del 20 al 21 de octubre. Su tasa de actividad es de entre 15 y 70 meteoros por hora y son más rápidas que las dracónidas, con una velocidad de unos 66 kilómetros por segundo.
El IGN prevé que el 2020 sea un buen año para la observación de las oriónidas porque su máximo se producirá con la luna creciente, con que no robará el protagonismo a los meteoros. “Al contrario que con las dracónidas, es preferible observar las oriónidas de madrugada, cuando el radiante, próximo a la constelación de Orión –que les da nombre–, se encuentra más alto en el cielo”, recomienda el Observatorio de Madrid.
Cuanto más nos alejemos de la contaminación lumínica en ciudades y pueblos, más posibilidades tendremos de verlas.
En su caso nacen del famoso cometa 1/P Halley. Esta ‘roca’ orbita alrededor del Sol cada 76 años y fue visto desde la Tierra por última vez en 1986. Por estas fechas, la Tierra atraviesa todos los años una zona de su órbita plagada de fragmentos que se calcinan por la fricción con el aire al entrar en nuestro planeta. “El cometa Halley también es el origen de otra lluvia de meteoros, las eta acuáridas, que tienen su máximo entorno al 6 de mayo”, dice el IGN.
La próxima lluvia de estrellas, las leónidas, será en noviembre. Si las nubes no lo impiden (aún es pronto para saber qué tiempo hará), este será un año excelente para su observación.