Casi tan importante como contratar Internet con una velocidad adecuada a nuestras necesidades es asegurarnos de que la calidad de nuestra señal Wifi es la correcta. Aunque existen varios factores que interfieren en la velocidad real que tenemos en casa, uno de los más importantes tiene que ver con el concepto de latencia, que se refiere precisamente a la calidad de la señal Wifi en cada parte de nuestro hogar. ¿Cómo aumentar la señal Wifi de forma sencilla? ¿Qué consejos existen para garantizar un Internet de alta velocidad en cada rincón?
Quizás el elemento más importante dentro de los consejos para aumentar la velocidad Wifi es elegir correctamente lugar en el que colocar el router. En general, lo mejor es escoger un espacio céntrico, para que la señal llegue a todas partes de forma equilibrada. Sin embargo, muchas veces la calidad de la señal depende también de la cantidad de 'obstáculos' que tenga que saltar la conexión para llegar a cierto espacio, como ocurre en el caso de los muros o paredes.
Si esto no basta, siempre puedes recurrir a repetidores de señal, o bien comprar un router con Wifi más potente, o utilizar un dispositivo PLC (que funciona a través de la red eléctrica). Una opción cada vez más de moda (aunque más cara) es crear una red Wifi en malla.
Las redes Wifi en malla o Wifi Mesh funcionan de forma distinta a los repetidores tradicionales: estas redes están compuestas por un router o estación base y destinos puntos de acceso que se comunican entre ellos. La principal diferencia con respecto al sistema anterior es que, mientras que los repetidores no se comunican entre sí, sino que lo hacen únicamente con el router, las redes Wifi Mesh funcionan de forma más inteligente, repartiendo la señal de la forma más equitativa y eficiente posible a través de una comunicación horizontal entre los distintos puntos.
Este tipo de red también gestiona de forma más inteligente el tráfico de la red, derivándolo a los nodos adecuados para garantizar una señal homogénea. Ello resulta especialmente interesante teniendo en cuenta que el número de dispositivos que conectamos a la red no deja de aumentar, y que algunos de ellos hacen un uso muy intensivo de la red.
Sin embargo, a veces basta con sacar el máximo partido a las herramientas de las que ya disponemos. Por ejemplo, un truco para mejorar la señal de tu propio router es colocarlo en un lugar elevado, y posicionar bien las antenas: una en vertical y otra en horizontal, dibujando un ángulo de 90 grados.
Además, la configuración de tu router también puede hacer mucho por la calidad de tu señal. Elige un canal poco saturado desde la página de administración de tu router, entrando en el área de ‘Control Channel’, que sirve para elegir el canal en que opera tu router. Normalmente, los router configuran esta opción por defecto para elegir automáticamente el canal menos saturado, pero no siempre es así. En cuanto a cómo saber qué canal está menos saturado, existen aplicaciones que analizan el estado de los canales que te rodean y te aconsejan cuál es mejor en cada momento.
También conviene que nosotros mismos hagamos un uso inteligente de nuestra red: si queremos hacer diez cosas a la vez y varias de ellas suponen una gran carga, es normal que la velocidad se resienta. Es mucho mejor repartir en la medida de lo posible el uso de Internet.
Por último, elige una conexión WiFi de 5 GHZ (sobre todo si eres usuario de fibra), ya que ofrece una velocidad mayor que la conexión de 2,4 GHZ. Ten en cuenta que es posible que algunos dispositivos, como ordenadores o televisores, no sean compatibles con este tipo de conexión. Afortunadamente, existen adaptadores WiFi que, en el caso de ordenadores y portátiles, pueden solventar este problema por muy poco dinero y mejorar así tu conexión.