Todo usuario de Internet sabe que una cosa es la velocidad contratada y otra (a veces muy distinta) es la velocidad real de nuestra conexión. Más allá de los factores relacionados con tu proveedor de servicios, muchas veces una baja velocidad de Internet se debe al efecto de situaciones que podemos controlar y, por tanto, evitar o minimizar nosotros mismos. Si quieres una conexión de alta velocidad a la altura de tus necesidades, toma nota de estos consejos para acelerar Internet. No es broma, pasamos 22 días al año enganchados a las redes sociales.
Para una conexión a Internet de alta velocidad, lo importante es que la velocidad de descarga y de subida de datos sea elevada. Sin embargo, existe otro concepto, que es el de latencia, referido a cómo mejorar la señal de tu Wifi. Por tanto, el primer consejo es intentar que la calidad de tu señal WiFi mejore.
Para ello, elige bien el lugar donde colocar tu router: si quieres que Internet llegue bien a cualquier rincón de tu casa, escoge en un espacio céntrico. También puedes utilizar repetidores de señal para llevarla a donde no llegue con facilidad. Ten en cuenta que las paredes son obstáculos que tu conexión debe superar para llegar hasta tu dispositivo. También es mejor situar tu router en un lugar elevado, y colocar bien las antenas (se recomienda colocar una en vertical y otra en horizontal, dibujando un ángulo de 90 grados)
Otro consejo (en este caso, más técnico) es elegir un canal poco saturado: en la página de administración de tu router existe una opción llamada normalmente ‘Control Channel’, que sirve para elegir el canal en que opera tu router. Suele estar configurado de forma que elija automáticamente el canal menos saturado, pero no siempre es así. Existen aplicaciones que analizan el estado de los canales que te rodean y te aconsejan cuál es mejor en cada momento.
Asegúrate también de elegir una conexión WiFi de 5 GHZ. Ésta ofrece una velocidad mayor que la conexión de 2,4 GHZ, por lo que será mejor conectarte a través de la primera, sobre todo si eres usuario de fibra. Puede que algunos dispositivos, como ordenadores o televisores, no sean compatibles, por lo que es algo que deberás tener en cuenta, aunque existen adaptadores WiFi que, en el caso de ordenadores y portátiles, pueden solventar este problema por muy poco dinero y mejorar así tu conexión. También la calidad de los aparatos que utilices influye en la velocidad final: el router que te ofrece tu compañía de telecomunicaciones puede no ser el mejor.
También está de tu mano no abusar de tu conexión: sobre todo si sois varios usuarios en casa, reparte aquellas tareas que requieran un uso intensivo de la red y elige lo mejores momentos el día para ello. Además, algunas aplicaciones permiten limitar la velocidad de descarga o de subida para que dejes algo de margen a los demás para usar la conexión sin experimentar problemas. Incluso es posible configurar tu router de forma que priorice un tipo de datos frente a otros, aunque para ello es mejor que contactes con tu proveedor de Internet.