Con la erupción de La Palmaque el volcán de Cumbre Vieja podría colapsar, creando un tsunami que devastaría la costa este de América del Norte y del Sur. Incluso toda la ciudad de Nueva York. Pero, ¿es posible ese escenario?
La erupción del volcán de La Palma es similar a las erupciones hawaianas. Las islas como Hawai y las Canarias tienden a experimentar deslizamientos de tierra destacables cada pocos cientos de miles de años, un descubrimiento que hizo Jim Moore, científico del Observatorio de Volcanes de Hawái del USGS Esos desplazamientos de tierra tienen el potencial de desplazar grandes cantidades de agua del mar, generando olas gigantes de unos 100 metros. De ahí surgió la idea de que un colapso en las Islas Canarias podría generar un megatsunami en todo el océano.
En 2001, otro artículo sugirió que del colapso de La Palma podría resultar olas de tsunami de hasta 25 m de altura a lo largo de las costas este de América del Norte y del Sur.
Sin embargo, podría un volcán en las Islas Canarias ¿generar un “mega-tsunamis” lejos de España, hasta llegar a destruir la ciudad de Nueva York. Investigaciones posteriores lo ponen claramente en duda.
El escenario del mega-tsunami con origen en las Islas Canarias se planteó a partir de un colapso masivo, coherente y único que alcanzó una alta velocidad muy rápidamente. El mapeo del suelo oceánico que rodea las Islas Canarias, sin embargo, indica que los colapsos en esta zona son de manera incremental o fragmentada. Además el volumen de colapso potencial es mucho menor que el simulado en la investigación de 2001.
Además, con los años, la ciencia ha permitido hacer simulaciones de colapsos volcánicos mucho más precisas. Así, ahora se estima que la altura máxima de las olas a lo largo de la costa este de las Américas de un colapso en el "peor de los casos" de La Palma sería del orden de 1-2 m, todavía peligroso, pero similar a la marejada ciclónica común.
La falta de evidencia geológica también cuestiona la hipótesis del “mega-tsunami”. Los tsunamis dejan depósitos de sedimentos característicos en las costas que impactan. Pero nunca se ha identificado un depósito de este tipo en las costas orientales de América del Norte y del Sur.
Los colapsos de los volcanes de las Islas Canarias son raros, ocurren en escalas de tiempo de cientos de miles de años y deben estar precedidos por signos de inestabilidad en los flancos: aumento de los terremotos y deformación de la superficie del suelo.
Los volcanes de las Islas Canarias también entran en erupción con regularidad (La Palma entró en erupción por última vez en 1971 y 1949) y los análisis de estabilidad de taludes realizados en La Palma indican que la estructura es estable. El volcán tendría que crecer significativamente antes de que fuera probable un colapso.
Esta abundante evidencia refuta la hipótesis del “mega-tsunami”, demostrando que no resiste un examen riguroso. Sin embargo, los tsunamis que generan los volcanes son un proceso real y una amenaza significativa.
La erupción explosiva de Krakatau en 1883, en Indonesia, provocó un tsunami local que mató a decenas de miles de personas en sus costas. En 2018, una erupción más pequeña y el colapso de Anak Krakatau, una isla que creció en la caldera de 1883, también resultó en un tsunami local que mató a cientos de personas más.