{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Nadie queda fuera de los ciberataques. Desde los usuarios corrientes a los que les roban los datos bancarios hasta las grandes organizaciones como el SEPE que deben paralizar su actividad durante días. Los últimos en sufrir estos ataques han sido los bancos y ministerios de Ucrania. Para luchar contra ellos es importante conocer qué tipos hay y cómo podemos evitarlos.
Ucrania ha denunciado una serie de ciberataques contra las páginas de las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Defensa y los bancos estatales, según ha informado el Centro para la Seguridad de la Información ucraniano.
Las webs gubernamentales ucranianas ya habían sufrido un ciberataque similar durante el mes de enero, en pleno pico de la tensión con Rusia. En ese momento ya afirmaron haber encontrado signos de implicación de piratas informáticos rusos.
En un mundo tan digitalizado, el número de ciberataques no deja de crecer y con ello la preocupación y la necesidad de protección. Existen numerosos tipos de ciberataques y, por ello, el portal de innovación de la empresa Iberdrola ha elaborado un listado para ayudar a sus usuarios a conocerlos y poder luchar contra ellos.
Un ciberataque es un conjunto de acciones ofensivas contra sistemas de información hechas para dañar, alterar o destruir instituciones, personas o empresas.
"En la actualidad, es más probable que se produzca una guerra cibernética que una guerra tradicional", destacan desde Iberdrola y los recientes hechos entre Ucrania y Rusia lo confirman. "Cada día hay más organizaciones criminales que orientan su actividad hacia los ciberataques".
Pero no todos los ciberataques son iguales, sino que pueden variar en función de la forma o víctima a la que se dirigen.
Existen algunas claves que nos permiten protegernos contra los ataques en la red. Entre ellos se encuentra mantener los equipos actualizados, lo cual es clave ya que permite solventar problemas de seguridad de las versiones más antiguas. También utilizar siempre contraseñas largas y complejas que no sean fáciles de descifrar.
Cuando el virus ha llegado hasta nuestros dispositivos, podemos evitar que se propague comprobando siempre la autenticidad de los enlaces a través de los que nos llega esa información y evitando proporcionar datos personales en webs desconocidas o poco fiables.