Los enormes cañones de hielo en forma de espiral de Marte han sido una incógnita durante más de una década. Ahora, un estudio acaba de aclarar el misterio en torno al origen y la forma de estos curiosos dibujos en el casquete polar norte, que constituye una de las mayores megaestructuras del sistema solar
La investigación, liderada por el Planetary Science Institute (PSI) de EEUU, ha contado con la participación de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y ha sido publicada en la revista 'Scientific Reports'.
Estos cañones espirales ya habían sido estudiados por muchos científicos, que relacionaban su distribución con procesos de sublimación, por los que el hielo pasaría directamente del estado sólido al gaseoso, aunque el origen de los cañones y de la forma espiral que configuran ha sido un misterio durante décadas.
La conclusión del estudio sugiere que los cañones se formaron por pérdidas de hielo por la acción de los vientos catabáticos, que descienden desde alturas elevadas y que expusieron hielos antiguos en la superficie polar.
"El descubrimiento implica que los cañones son una de las mayores megaestructuras en el sistema solar, con un volumen total excavado del orden de 10 veces el Cañón del Colorado", ha explicado en un comunicado José Alexis Palmero Rodríguez, investigador del PSI que ha liderado el estudio.
"La emergencia del patrón espiral fue debida a intersecciones de los cañones, según crecían, sobre la geometría en forma de domo del casquete polar", ha detallado.
Esta enorme cantidad de hielo excavada habría sido transportada por los vientos y depositada en forma de mantos a latitudes medias, e incluso conservados en glaciares de montaña a latitudes más bajas.
"Los cañones se formaron entre algunos millones de años y 50.000 años, durante períodos de tiempo en los que Marte ha permanecido continuamente en condiciones de congelación. Por lo tanto, este hielo se habría formado por sublimación inversa, sin llegar a ser líquido", ha asegurado el investigador del Departamento de Geología de la UAB y coautor del estudio, Mario Zarroca.
Según Zarroca, "este hielo no es candidato a albergar posibles indicios de vida, pero sí puede ser considerado como un posible recurso de agua pura, a disposición de futuras misiones de colonización a Marte".
"Teniendo en cuenta que se estima una masa de hielo equivalente al doble del volumen del Mar Báltico, la disponibilidad de dicho recurso podría estar garantizada durante largo tiempo en el planeta", ha afirmado Zarroca.
El investigador ha destacado que "una de las principales implicaciones de esta investigación es que estos cañones han podido dejar expuesto en las paredes excavadas en el hielo un registro paleoclimático que podría cubrir algunos cientos de millones de años".
Este registro, según el investigador, podría ayudar a entender mejor los grandes cambios que han sufrido las condiciones de Marte a lo largo de su historia, como la evolución de su atmósfera e hidrosfera.