Este fin de semana el peor episodio de calima registrado en más de 40 años en Canarias convirtió el aire del archipiélago en el "más peligroso del mundo", según el World Air Quality. Los fuertes vientos del este que propició el paso de la Dana (Depresión Aislada en Niveles Altos) por el norte de las islas dejaron una concentración de polvo sahariano altísima. Y las partículas de arena no fueron lo único que arrastró. Una imagen en redes sociales causó el pánico entre los residentes grancanarios al pensar que la plaga de langostas de África había llegado a la isla. No obstante, se ha demostrado que se tratan de libélulas.
Un vídeo y la palabra "plaga" son suficientes para que cunda el pánico entre la población. Es lo que ha sucedido en la playa de las Canteras en Las Palmas de Gran Canaria desde que el domingo la calima pasó a estar en el centro de todas las conversaciones. El viento enturbió el ambiente en cuestión de horas y dejó un cielo totalmente irrespirable y de tono anaranjado.
A pesar de la reducción evidente de visibilidad que no dejaba ver más allá de los 20 metros, varias personas captaron una multitud de insectos entre el polvo suspendido en el aire. El miedo se extendió cuando pensaron que se trataban de langostas del desierto procedentes de la plaga que azota a África Oriental.
Sin embargo, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112, ha informado el medio local 'La Provincia', no ha recibido ningún tipo de información acerca de una plaga de langosta. Asimismo, ninguna de las autoridades oficiales de la isla se ha pronunciado al respecto, lo que indica que no supone mayor relevancia. Se supo que se trataba de libélulas gracias a la confirmación del portal web de miplayadelascanteras.com, que pudo analizarlas de cerca.
Podemos concluir, por tanto, que aunque se han visto en multitudes, la libélula no es, al menos por ahora, una plaga que deba preocupar a Gran Canaria.
El viento ha superado los 120 km/h en muchas zonas del archipiélago y mantuvo activos los avisos durante todo el fin de semana por la intensidad de las ráfagas. Se produjeron numerosos accidentes en zonas urbanas y, según el 112 Canarias, se registraron un total de 968 incendias por este episodio.
Lo más seguro es que las ráfagas trajeran consigo las libélulas, que han aparecido también en algunas zonas de Tenerife.
Aunque parezcan similares en cuanto a su aspecto se refiere, se pueden diferenciar por su tamaño y las manchas. La langosta del desierto suele medir entre 8 y 12 centímetros, mientras que la libélula es más pequeña (entorno a los 6 centímetros).
Aunque la suerte ha acompañado a las islas por ahora, es lógico que la preocupación se extienda entre los canarios si tenemos en cuenta que los más veteranos vivieron hace 60 años la devastación que dejó la peor plaga de langostas de las últimas décadas.
Fue El 15 de octubre de 1958 cuando el cielo se ennegreció y las langostas desembarcaron en Canarias arrasando con los cultivos. Es lo que ocurre actualmente en África. Los enjambres recorren al día más de 150 kilómetros, y la previsión es que constituyan una auténtica "crisis alimentaria" de aquí a mayo en una de las regiones más vulnerables del planeta.
En estos momentos, la calima se empieza a disipar en Canarias, y se espera que a partir del miércoles los vientos alisios terminen de retirar el polvo en suspensión de las islas. Aunque los índices de concentración de calima no alcancen niveles tan desorbitados como en días anteriores –superior a 3.000 ug/m(3)-, lo más recomendable por ahora es seguir las instrucciones de la Consejería de Sanidad y del Gobierno de Canarias, sobre todo las personas con problemas respiratorios.