El caballo de Przewalski es una joya por su exclusividad, y es posiblemente la especie equina más estudiada del mundo. No es fácil de encontrar. Apenas quedan mil en todo el mundo y no quedaría ni una docena si no fuera por los esfuerzos de conservación que, a partir de ahora, incluirán la clonación. Este potro aparentemente normal se llama Kurt, y es el primero en nacer a partir de ADN criopreservado.
Nació el 6 de agosto del vientre de un caballo doméstico. El embarazo fue normal y el potro nació como otro cualquiera… Pero con ascendencia de un caballo de Przewalski llamado Kuporovic que vivió de 1975 a 1998, cuyo ADN se ha criopreservado durante 40 años en el San Diego Zoo Global (SDZG).
El genoma de Kuporovic se ha analizado exhaustivamente y ha revelado a los biólogos que ambos parientes del macho fueron caballos salvajes. Formaron parte, probablemente, de la última generación de Przewalskis salvajes que ha habido en la Tierra, puesto que no se sabe de ejemplares no domésticos –al menos en cierta proporción, debido al cruce de razas– desde 1969. El recién nacido Kurt es genéticamente idéntico a Kuporovic.
El nacimiento del potro revive la diversidad genética de esta especie, recuperada gracias a una asociación entre el grupo de conservación de vida silvestre ‘Revive & Restore’, el zoo de San Diego y la compañía de clonación de mascotas 'ViaGen Equine'. La web del proyecto asegura que Kurt “puede convertirse en el primer animal clonado en restaurar la variación genética perdida de su especie”.
"Este nacimiento amplía la oportunidad de rescate genético de especies silvestres en peligro de extinción", dijo en un comunicado Ryan Phelan, director ejecutivo de 'Revive & Restore'.
El nuevo potro clonado será trasladado al Zoológico Safari Park de San Diego para integrarse en una manada reproductora de su especie una vez que sea mayor, informa Europa Press.
Anteriormente extinto en estado salvaje, el caballo de Przewalski ha sobrevivido durante los últimos 40 años casi en su totalidad en zoológicos de todo el mundo, y todos los caballos supervivientes están relacionados con 12 caballos de Przewalski nacidos en estado salvaje.
Los programas intensivos de reproducción han ayudado a recuperar la especie, pero se han producido pérdidas de diversidad genética. Pérdidas que ahora se pueden detener mediante tecnologías celulares como la clonación, basadas en la disponibilidad de células vivas almacenadas en el zoológico congelado.
Si bien las reintroducciones en curso desde la década de 1990 han establecido varios rebaños silvestres en los pastizales de China y Mongolia, es probable que mantener la variación genética sea una parte importante para garantizar la supervivencia de la especie en el futuro.