Las auroras boreales solo son visibles en las regiones árticas y alrededor de algunos meses del año. Pero hace miles de años, una perturbación en el campo geomagnético de la Tierra hizo que las auroras iluminasen las zonas del ecuador del planeta.
Una perturbación geomagnética, conocida como el evento de Laschamp, hizo que el norte y el sur magnéticos del planeta Tierra se debilitasen hace 41.000 años, según cuenta Space.com. Como consecuencia, el campo magnético se inclinó sobre su eje y disminuyó a una fracción de su fuerza anterior, lo cual hizo desplomarse la atracción magnética y esto, a su vez, provocó una disminución del flujo de partículas solares hacia los polos norte y sur, donde se encienden las auroras boreales.
El campo magnético tardó alrededor de 1.300 años en volver a su fuerza e inclinación originales, y durante ese tiempo las auroras se desviaron a latitudes cercanas al ecuador, muy lejos de las frías regiones donde acostumbran a verlas, explicó un grupo de científicos en la conferencia anual de la American Geophysical Union (AGU).
El período de cambio geomagnético modificó las condiciones de vida en partes del planeta.
La magnetosfera protege al planeta de las partículas radiactivas del espacio, y blinda la atmósfera de la Tierra de ser desgastada por el viento solar y partículas que fluyen hacia afuera del sol.
En el lado de la Tierra que mira hacia el sol, la magnetosfera se comprime, mientras que en el lado opuesto la magnetosfera fluye hacia el espacio y puede extenderse profundamente. Pero hace unos 41.000 años, la fuerza de la magnetosfera se desplomó y esto hizo que se inclinase. "Varias investigaciones en el pasado han predicho que la magnetosfera desapareció por completo durante el día", agregó Agnit Mukhopadhyay, del Departamento de Ciencias del Clima y el Espacio de la Universidad de Michigan, en la conferencia de AGU.
Mukhopadhyay y sus colegas utilizaron una cadena de diferentes modelos para descubrir este resultado. El equipo descubrió que, aunque la magnetosfera se redujo a aproximadamente 3,8 veces el radio de la Tierra durante el evento de Laschamp, nunca desapareció por completo. Durante este período de fuerza magnética reducida, los polos que antes estaban colocados al norte y al sur se movieron hacia latitudes ecuatoriales, y las auroras los siguieron.
"La inclinación geomagnética se desvió significativamente de los polos geográficos", dijo Mukhopadhyay. "Esto llevó a las auroras a seguir los polos magnéticos y trasladarse de las regiones polares geográficas de la Tierra a las latitudes hacia el ecuador".
Estudios anteriores sugirieron que el evento de Laschamps podría haber afectado la habitabilidad en la Tierra prehistórica al hundir al planeta en una crisis ambiental, cuenta Space.com, y los nuevos modelos insinuaban que tal resultado era "muy probable", según Mukhopadhyay.
En cuanto a la probabilidad de que algo así vuelva a suceder, todo dependerá de cómo se comporte el campo magnético de la Tierra, algo que no podemos predecir.