Un estudio del National Institute of Environmental Health Sciences de Estados Unidos ha asociado el uso prolongado de aceite de lavanda con un crecimiento anormal de los senos en niñas jóvenes, conocido como ginecomastia prepuberal.
En su trabajo, publicado en la revista 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism de la Endocrine Society', los investigadores encontraron que el crecimiento de los pechos se resolvió después de descontinuar los productos con fragancia que contenían lavanda en cuatro niños preadolescentes.
También determinaron que ciertos componentes de los aceites esenciales imitan a los estrógenos y bloquean la testosterona, lo que indica que podrían ser una fuente para el crecimiento de los senos observado en estos casos.
"El público debe estar al tanto de estos hallazgos y considerar toda la evidencia antes de decidir cuándo usar los aceites esenciales. También es importante que los médicos sepan que la lavanda y los aceites de los árboles del té contienen sustancias químicas que alteran el sistema endocrino y que deben tenerse en cuenta en la evaluación del desarrollo prematuro de los senos en niños y niñas, así como en la inflamación del tejido mamario en hombres adultos", explica el líder de la investigación, J. Tyler Ramsey.
El investigador apunta que parece que los productos de aceites esenciales tienen el potencial de "causar un crecimiento prematuro de los senos en niños y niñas de corta edad", por lo que "podría ser mejor dejar de usarlos en niños", recomienda.
Otro trabajo similar de estos mismos investigadores, y publicado en marzo del año pasado, concluyó que existe un vínculo sospechoso entre el crecimiento anormal de mamas en niños pequeños y la exposición regular al aceite de lavanda o de árbol de té, descubriendo que los químicos clave en estos aceites vegetales comunes actúan como productos químicos disruptores endocrinos.
La lavanda y el aceite de árbol de té se encuentran entre los llamados aceites esenciales, que se han popularizado como alternativas para el tratamiento médico, la higiene personal y los productos de limpieza, y la aromaterapia. Varios productos de consumo contienen lavanda y aceite de árbol de té, incluidos algunos jabones, lociones, champús, productos para el cabello, colonia y detergentes para ropa.
En su anterior trabajo, seleccionaron para el análisis ocho componentes que son comunes y obligatorios para su inclusión en los aceites. Cuatro de los químicos probados aparecen en ambos aceites: eucaliptol, 4-terpineol, dipenteno/limoneno y alfa-terpineol. Los ocho químicos mostraron propiedades estrogénicas y/o antiandrogénicas variables, con algunos exhibiendo actividad alta o poca o ninguna.