Crean el 'Mamaverso', un espacio para romper la brecha de género en la tecnología

La conversación comienza en la virtualidad del 'Mamaverso' y a través de un asistente inteligente que hace de intermediario. Áurea Rodríguez, la impulsora de esta iniciativa, decidió clonarse para poder conversar con decenas de personas simultáneamente desde la web. El primer mensaje enviado aborda ya el tema que nos trae aquí: "¿Puedo entrevistarte?". Con un entusiasmo similar al de otros asistentes, la doble de Áurea no lo duda: "¡Por supuesto! Estoy aquí para responder a tus preguntas. ¿Por dónde quieres empezar?".

Después de que el redactor se haya entrenado conversando con el clon, es el momento de conversar con la Áurea de carne y hueso y preguntarle si no ha tenido miedo de ceder parte de su comunicación a un robot. "No tengo miedo porque sé de dónde han salido los datos", explica, en referencia a que ha entrenado su doble virtual con los libros que ha publicado anteriormente, todos ellos relacionados con la tecnología y la inteligencia artificial. 

Pregunta: ¿Qué es el 'Mamaverso'?

Respuesta: Es una plataforma especialmente dirigida a mujeres, pero no exclusivamente, que pretende ser un punto de encuentro para acercar conceptos tecnológicos de manera muy sencilla y práctica.

P: ¿Qué ofrecerá este espacio virtual?

R: Hay tres pilares en el 'Mamaverso': el primero es la conexión, es decir, crear una comunidad y un espacio virtual en el metaverso donde las usuarias puedan conectar entre sí y compartir experiencias; el segundo consiste en acercar el conocimiento a través de cursos; y el tercero son las mamahackers, que son unas asesoras virtuales que te ayudan y te aconsejan en ciertos aspectos. 

P: ¿De dónde surge el nombre?

R: Este es un proyecto que se llama así porque va dirigido principalmente, pero no exclusivamente, a colectivos que, de alguna manera, están infrarrepresentados y necesitan este tipo de iniciativas. La idea es que sea atractivo para este tipo de perfiles porque son los que lo necesitan, desde mi punto de vista.

P: ¿Continúa existiendo una brecha de género tecnológica?

R: Esta es una brecha que va de educación, como todas las brechas, o la mayoría de ellas. Lo que pasa es que esta tiene dos componentes. Así como otras olas de innovación han ido más lentas, esta va súper rápido. Y, por otro lado, hay que lograr que se democratice el conocimiento: al final, la tecnología tiene el poder de transformar nuestras vidas, y deberíamos ayudar a que todo el mundo tenga la oportunidad de educarse y aprovechar sus beneficios.

P: ¿Estamos tardando en entender qué es la IA?

R: Cuanto antes entremos, mejor, en el sentido de que la IA estará presente en todas los ámbitos de nuestra vida. Tenemos que aprender en qué tareas nos puede empoderar el uso de estas tecnologías. Y también conocer aquellas en las que preferimos evitar su uso, porque tiene consecuencias negativas. 

Nos hemos acostumbrado a entender que las máquinas nos ayudan con el trabajo físico, pero en este siglo nos ayudarán también a generar conocimiento y trabajo intelectual. Y esto es lo que tenemos que entender. 

P: Y de ahí surge la idea de las mamahackers…

R: Son unos agentes de inteligencia artificial que hemos entrenado para que nos den consejos sobre tecnología. La pretensión que hay detrás de esto es que las mujeres nos convirtamos también en mamahackers. Que gracias a estas dobles virtuales podamos aumentar nuestras capacidades y empoderarnos tecnológicamente.

Estas nuevas agentes, las mamahackers, tendrán perfiles, tendrán capacidades, tendrán conocimientos y tú los podrás adquirir conversando con ellas: habrá una experta en ciberseguridad, otra en márketing digital… Pero detrás de ellas siempre tiene que haber un humano que, de alguna manera, sea responsable de lo que está pasando y que, en un determinado momento, pueda intervenir.

P: ¿El futuro de la educación son los dobles virtuales?

R: El futuro de la educación espero que no sean solo los clones, pero estos te ofrecen la posibilidad de llegar a muchas más personas al mismo tiempo. El futuro de la educación es que el conocimiento pueda llegar a todo el mundo, y una de las maneras será democratizándolo a través de las inteligencias artificiales. 

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