Un estudio revela que una mala alimentación repercute en el rendimiento en el trabajo
Redacción digital Informativos Telecinco
Un estudio publicado por la Oficina Internacional del Trabajo reveló que una nutrición inadecuada da lugar a pérdidas de productividad de hasta un 20%.
El Día Mundial de la Alimentación, que se celebra este lunes 16 de octubre recuerda la importancia de incorporar buenos hábitos alimentarios saludables durante la jornada laboral en el lugar del trabajo
Para combatir el cansancio, es ideal consumir aquellos ricos en hierro como los frutos secos, las verduras, las legumbres, las carnes rojas
Comer mal afecta hasta un 20% la productividad y el rendimiento. Lo revela un estudio publicado por la Oficina Internacional del Trabajo que apunta a cómo repercute una nutrición inadecuada en la concentración, el estrés, el buen humor.
Los horarios, la falta de tiempo, y el ritmo de vida frenético que llevamos en general, provoca que cada vez sea más habitual comer lo que sea y en cualquier sitio. El Día Mundial de la Alimentación, que se celebra este lunes 16 de octubre recuerda la importancia de incorporar buenos hábitos alimentarios saludables durante la jornada laboral en el lugar del trabajo, según subraya la empresa DO EAT!, cadena de restauración pionera en un concepto enfocado en este objetivo .
La Organización Mundial de la Salud también subraya cómo una alimentación adecuada y la práctica constante de actividad física ayuda a combatir el estrés, un factor que incide directamente en el rendimiento en el trabajo. Comer sano, equilibrado y variado contribuyen a mejorar la productividad y reducir el absentismo de los empleados.
Los expertos aseguran que una alimentación sana y equilibrada aporta la vitalidad necesaria para el día a día, que permite afrontar con energía las horas de trabajo; de ahí la importancia de alimentarse con alimentos que aporten vitaminas y dejen el cuerpo saciado, como un plato rico en proteína y fibra. Entre los beneficios de una alimenación saludable Do Eat destaca:
La mejora de la concentración. Una alimentación desequilibrada puede producir carencias específicas de algunos de los nutrientes. Los alimentos ricos en ácidos grasos poliinsaturados o en vitaminas A, C y E, son los que más ayudan a la concentración.
•Afecta al estado de ánimo. Los alimentos cargados de azúcar y con alto contenido de grasa que se suelen antojar cuando se está estresado o deprimido, por reconfortantes que parezcan, son los que menos benefician a la salud mental o al estado ánimo.
•Combate el cansancio y la fatiga. Para combatir el cansancio, es ideal consumir aquellos ricos en hierro como los frutos secos, las verduras, las legumbres, las carnes rojas o los cereales.
•Estimula el sistema inmunológico. Las personas que no llevan una alimentación saludable presentan un mayor riesgo de contraer infecciones o cualquier tipo de déficit que derive en un problema mayor.