El telescopio intraocular o las retinas artificiales: los avances más innovadores en los tratamientos para la visión

La visión es uno de los sentidos más importantes para el ser humano, y, desgraciadamente, también es uno de los más vulnerables a sufrir enfermedades y deterioros que pueden afectar gravemente a nuestra calidad de vida. Afortunadamente, la ciencia y la tecnología han avanzado mucho en los últimos años para ofrecernos soluciones cada vez más efectivas y seguras que nos ayudan a tratar diversos problemas visuales, desde la miopía hasta la ceguera.

Con motivo del Día Mundial de la Visión 2023, repasamos algunos de los avances más recientes e innovadores en los tratamientos para la visión que se están desarrollando o aplicando en la actualidad.

El telescopio intraocular

Se trata de un sistema de doble lente implantado en el ojo, que actúa como el “telescopio de Galileo”, el cual permite incrementar la agudeza visual en pacientes con miopía magna o baja visión. El telescopio intraocular se coloca en el ojo dominante y proyecta una imagen ampliada sobre la retina, mientras que el otro ojo se encarga de la visión periférica. Este dispositivo ha demostrado mejorar la visión de cerca y de lejos en personas con degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una de las principales causas de pérdida de visión.

Implantes retinianos de chips y células madre

Los implantes retinianos son dispositivos que se colocan en la parte posterior del ojo para sustituir o estimular las células fotorreceptoras dañadas por enfermedades como la retinosis pigmentaria o la DMAE. Estos dispositivos pueden ser de dos tipos: chips electrónicos o células madre.

Los chips electrónicos captan la luz mediante electrodos y la convierten en señales eléctricas que se transmiten al nervio óptico y al cerebro, donde se interpretan como imágenes. Es un cálculo muy similar al que utilizan los píxeles de los sensores CCD y CMOS de las cámaras fotográficas.

Las células madre, por su parte, se inyectan en la retina para regenerar el tejido del ojo y restaurar la función visual. Ambos tipos de implantes han mostrado resultados prometedores en ensayos clínicos, aunque todavía se requiere más investigación y desarrollo.

Los implantes corticales o cerebrales

Los implantes corticales o cerebrales son dispositivos que se implantan directamente en el cerebro para estimular la corteza visual, la zona responsable de procesar la información visual. Estos dispositivos se utilizan en casos de ceguera total o parcial causada por daños en el nervio óptico o en la retina que impiden el paso de la luz al cerebro.

Estos implantes generan patrones de estimulación eléctrica que el cerebro aprende a asociar con formas, colores y movimientos. Aún se encuentran en fase experimental, pero han logrado que algunos pacientes recuperen parte de su visión.

Terapia génica

La terapia génica consiste en introducir genes sanos en las células afectadas por una enfermedad genética para corregir el defecto o mejorar la función celular. En el caso de las enfermedades oculares, la terapia génica se aplica mediante inyecciones en el ojo que contienen virus modificados que transportan los genes terapéuticos.

La terapia génica ha demostrado ser eficaz para tratar algunas formas de ceguera hereditaria, como la amaurosis congénita de Leber o la coroideremia, que se caracterizan por la degeneración progresiva de las células fotorreceptoras. La terapia génica también se está investigando para otras enfermedades oculares, como el glaucoma o la DMAE.

Impresión en 3D

La impresión en 3D es una tecnología que permite crear objetos tridimensionales a partir de un modelo digital, mediante la deposición de capas sucesivas de material. En el ámbito de la oftalmología, la impresión en 3D se utiliza para fabricar prótesis oculares personalizadas, que se adaptan al tamaño, la forma y el color del ojo del paciente.

Estas prótesis oculares pueden mejorar la estética y la movilidad del ojo, así como prevenir complicaciones como la infección o la retracción del globo ocular. La impresión en 3D también se está explorando para crear tejidos oculares artificiales, como córneas o retinas, que podrían reemplazar a los dañados o ausentes.

Las retinas artificiales de silicio

Las retinas artificiales de silicio son dispositivos que imitan la estructura y la función de la retina natural, utilizando materiales semiconductores como el silicio.

Estos dispositivos se colocan sobre la retina dañada y captan la luz que entra en el ojo, generando impulsos eléctricos que se transmiten al nervio óptico y al cerebro. Las retinas artificiales de silicio se están desarrollando para tratar la ceguera provocada por enfermedades que causan la degeneración de las células fotorreceptoras.