Raúl Expósito, especialista en equipos subacuáticos, ha explicado en una entrevista en Informativos Telecinco como está siendo la búsqueda del submarino Titán. “Es un rescate difícil” -ha dicho- pero “siempre que haya técnicamente esperanza, hay que seguir en ello”
P- La localización del sumergible Titán es lo más complicado. ¿Se podría decir que esto es como buscar una aguja en un pajar?
R- Efectivamente, no es un trabajo fácil. La clave del rescate es la preparación de todos los posibles escenarios que se van a encontrar sobre todo para acotar el área de trabajo.
Cuantos mayores escenarios contemplen, desde que pueda quedar a la deriva sin gobierno la nave, en mayor espacio hay que buscar. Ahí está la clave en la preparación inicial. Es un rescate difícil.
P- ¿Cómo pueden ahorrar oxígeno cinco personas en un habitáculo tan pequeño?
R- Se habla de que tenían 96 horas de oxígeno. Esos cálculos se suelen hacer para situaciones de estrés alto. Si los pasajeros y el piloto tienen la preparación suficiente y se encuentran tranquilos, el aire respirable durará más tiempo. Si no es así porque el espacio no ayuda o por la falta de hidratación o de comida… La única forma de ahorra oxígeno es mantener la calma.
P- Si estuvieran atrapados a 4.000 metros de profundidad, ¿habría alguna forma de recuperar esa cápsula? ¿Cómo podría ser ese rescate y cuánto tiempo sería necesario para llevarlo a cabo?
R- Eso dependerá de la situación en la que se encuentre la nave a 4.000 metros. Eso son 400 kilos de presión por centímetro cuadrado. Depende de cómo se encuentren: si están con vida o no, si hay vía de agua, si ha colapsado o si está atrapado… Todos esos escenarios previamente preparados serán los que estimen el tiempo de recuperación.
Hay muchos métodos con los que recuperar el vehículo pero el tiempo dependerá de la situación en la que esté el vehículo y las personas de su interior.
P- ¿Todavía sería posible el rescate?
R- Es un vehículo hecho para estar operando en esa profundidad y se le presupone que debe tener los medios y las prestaciones técnicas para poder aguantar. Siempre que haya técnicamente esperanza, hay que seguir en ello.