Diablo IV, la popular saga de videojuegos con la que llevamos tres décadas matando demonios
Diablo IV es el nuevo capítulo de la serie de juegos de Blizzard Entertainment que definió el género de acción-rol
La cuarta entrega de la saga Diablo es uno de los videojuegos más esperados del año y ya ha conseguido un récord de jugadores
Diablo IV ya está disponible para PC y para las consolas Xbox Series X|S, Xbox One, PlayStation 5 y PlayStation 4
Lleva un día a la venta y ya ha conseguido un importante récord. El videojuego Diablo IV ya está disponible para PC y consolas y se ha convertido en el título que más rápido ha vendido de todos los que ha lanzado su desarrolladora, la todopoderosa Blizzard Entertainmnet. La compañía californiana, responsable de algunos de los videojuegos de rol más conocidos de la industria, como el popular juego online World of Warcraft, ha lanzado, por fin, la esperada cuarta entrega de otra de sus licencias estrella: Diablo, el juego que ‘inventó’ el género que mezclaba la acción y el rol, tal y como lo conocemos ahora.
Diablo IV ha sido un juego largamente esperado. Anunciado en la Blizzcon 2019 (la feria anual celebrada por la compañía en Los Ángeles que acoge a miles de fans de todo el mundo) el juego ha ido sufriendo obligados retrasos, pero al fin, es una realidad. Su anterior entrega, Diablo III, se había lanzado en 2012. Eran tantas las ganas de sus seguidores por volver a vivir las aventuras de fantasía medieval oscura que caracterizan a la saga que entre los pasados días 2 al 5 de junio ya se había convertido en el título que más rápido ha vendido de la historia de Blizzard. Y eso que todavía no se había llegado al día de lanzamiento, el 6 de junio.
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Este sorprendente dato se produjo porque entre esos días, del 2 y el 5 de junio, los afortunados compradores de una edición especial del juego podían comenzar a jugarlo antes que el resto de los mortales, en un periodo de acceso anticipado. Según ha contado la compañía, en esos días donde sólo los que habían pre reservado la edición especial podían comenzar a jugar, se han registrado más de 92 millones de horas de juego (lo que supone más de 10.000 años). Una auténtica barbaridad. Aunque Blizzard no comparte datos de ventas, según informa la propia compañía, todas las reservas previas al lanzamiento del juego tanto en PC como consolas ya le habrían situado como su juego más rápidamente vendido de la historia. Las previsiones más conservadoras de algunos analistas americanos afirman que el juego superará los 13 millones de copias en sus primeros 6 meses (Diablo III habría vendido alrededor de 30 millones de copias en estos 11 años).
Y es que la saga Diablo siempre ha sido tremendamente exitosa y, aunque Blizzard no esté pasando por su mejor momento (algunas decisiones polémicas sobre su modelo de negocio, la caída de jugadores de algunas de sus importantes franquicias como Overwatch o Heartstone y algunos sonados escándalos sobre abusos a sus trabajadores) la popularidad de Diablo parece a prueba de bombas. Pero también ayuda que el juego que finalmente ha visto la luz conserva la esencia de la saga y potencia todas sus virtudes, llevando sus característicos combates contra hordas de demonios al mundo abierto, una tendencia en el mundo de los videojuegos que han sabido integrar de manera brillante.
Diablo, ese juego que llegó en 1996 y que se convirtió en la diana de la cólera de los integristas religiosos hispanohablantes en Estados Unidos, por su llamativo nombre en castellano, nos ponía en la piel de un héroe en un mundo de ambientación medieval inventado llamado Santuario y, en realidad, nuestra misión era acabar, precisamente, contra los miles de demonios que invadían aquellas tierras. Nació entonces la leyenda de una saga que enganchaba por sus eternos combates contra cientos de demonios, sus épicas luchas contra sus poderosos jefes finales, su profunda historia que narraba la eterna lucha entre ángeles y demonios y su peculiar estilo de juego de acción y rol en tiempo real: golpes y hechizos inundando la pantalla en interminables batallas que siempre terminaban con la recogida de un cuantioso botín. Un botín que nos permitía dotar a nuestro héroe de un equipo mejor a cada segundo.
Ambientado 50 años después de los acontecimientos de Diablo III: Reaper of Souls, Diablo IV comienza con la invocación de Lilith, Hija del Odio, que regresa al reino mortal de Santuario. Unas horribles criaturas han infestado la región, y solo las almas más valientes serán capaces de hacer frente al caos. Los jugadores podrán personalizar su experiencia de juego del modo que consideren más apropiado con los árboles de habilidades que les otorgarán hechizos y habilidades adicionales conforme luchen por devolver Santuario a sus habitantes.
Diablo IV cuenta con un extenso mundo exterior que los jugadores podrán explorar tras elegir entre cinco clases: los cambiaformas druidas, los ágiles pícaros, los hechiceros elementales, los brutales bárbaros y los ritualistas nigromantes. Ningún camino es el correcto, pues los jugadores pueden escoger cómo progresar, ya sea persiguiendo sin descanso a Lilith o explorando los rincones más oscuros de cada región mientras potencian sus habilidades. Las tierras de Santuario son diversas, al igual que sus biomas y bestias demoníacas. Los jugadores se pondrán a prueba en cinco regiones distintas con más de 120 mazmorras y docenas de búsquedas secundarias, al mismo tiempo que se enfrentan a jefes del mundo y liberan fuertes infestados en un mundo abierto y cooperativo.
Diablo IV, cuando el arte y los videojuegos se dan la mano
Ya hemos repetido muchas veces que los videojuegos hace tiempo que se reivindican como el décimo arte y siempre tenemos ejemplos de las innegables capacidades artísticas de este medio cultural cada vez más integrado en el entretenimiento de millones de personas en todo el mundo. Y el ingente trabajo artístico tras el diseño de Diablo IV (en el que han trabajado decenas de artistas gráficos, artistas 3D, etc.) debe ser reconocido y celebrado. Y para ello, en nuestro país Blizzard ha querido rendir homenaje a la eterna lucha del bien contra el mal a través de una iniciativa que mezcla a la perfección arte y videojuegos.
El cielo, el infierno y el diablo han sido una obsesión y una fuente de inspiración para los artistas a lo largo de la historia. Una de las obras de arte más famosas y visitadas de España es el tríptico de El Jardín de las Delicias, de El Bosco, cuyos paneles muestran increíbles visiones fantásticas y muy detalladas del cielo, la tierra y el infierno. Con ese espíritu de representar el bien y el mal, Diablo IV ha reinterpretado esta obra de arte inmortal con la obra El Jardín del Infierno.
A través de este tríptico, que fue presentado el pasado 2 de junio en Phygital Gallery en Madrid, y que estará abierto al público hasta el 11 de junio, representa la eterna batalla entre ángeles y demonios que representa el mundo oscuro y gótico de Diablo IV. Un viaje del cielo al infierno, con el Santuario en medio, donde se libra la batalla del exitoso juego de rol.
Durante la presentación se dio a conocer el cuadro, además, los artistas creadores han repasado el papel del diablo como fuente de inspiración para el arte y el proceso de creación de la obra. John Mueller, Director de Arte de Diablo IV, comentó a través de un vídeo que “de hecho, El Jardín de las Delicias ha servido de inspiración al equipo que trabajó en el componente artístico/estético de Diablo IV”.
Diablo, eliminando demonios desde 1996
Diablo es una de las sagas de videojeugos más conocidas y es una marca, junto a Warcraft, que ha llevado a Blizzard a ser una de las desarrolladoras más respetadas y conocidas del planeta. El juego redefinió el género de los juegos de rol y acción se centra en la lucha contra fuerzas demoníacas y la exploración de mundos oscuros y terroríficos. Su estética escura y lúgubre es una marca de la casa y su intrincado ‘lore’ sobre ángeles y demonios es realmente profundo. Estas son todas sus entregas:
- Diablo (1996): El primer juego de la serie Diablo fue lanzado en 1996. Situado en el reino de Santuario, los jugadores se adentran en las profundidades de las mazmorras para enfrentarse a Diablo, el Señor del Terror. El juego recibió elogios por su atmósfera siniestra, la jugabilidad adictiva y la generación aleatoria de niveles.
- Diablo II (2000): Diablo II es la secuela directa de su predecesor y fue lanzado en el año 2000. Se sitúa años después de los eventos del primer juego y sigue la lucha contra los hermanos demoníacos Mephisto, Diablo y Baal. El juego introdujo varias mejoras, como una mayor variedad de clases de personajes y un sistema de habilidades más profundo. Diablo II se convirtió en un gran éxito y es considerado uno de los mejores juegos de rol de acción de todos los tiempos.
- Diablo II: Lord of Destruction (2001): Esta expansión de Diablo II añade nuevos contenidos significativos, como dos nuevas clases de personajes (Druida y Asesina), actos adicionales en la historia y nuevos desafíos. Lord of Destruction se convirtió en una parte esencial de la experiencia de Diablo II.
- Diablo III (2012): Después de una larga espera, Diablo III llegó en 2012. El juego continúa la historia de la serie, donde los jugadores se enfrentan a la reaparición de Diablo y sus secuaces. Diablo III presenta una jugabilidad más accesible y gráficos mejorados en comparación con sus predecesores. También se introdujo el sistema de subida de niveles Paragon.
- Diablo III: Reaper of Souls (2014): Esta expansión de Diablo III añade una nueva clase de personaje, el Cruzado, y continúa la historia donde lo dejó el juego base. Reaper of Souls introduce el acto V y presenta nuevas características, como el Modo Aventura y el sistema de botín revisado.
- Diablo III: Rise of the Necromancer (2017): Esta expansión de Diablo III trajo de vuelta la clase del nigromante, popularizada en Diablo II. Los jugadores pueden controlar las fuerzas de la muerte y usar habilidades basadas en cadáveres para luchar contra las hordas demoníacas.
- Diablo Inmortal (2022): La esperada versión para dispositivos móviles (que también es compatible con PC) llegó hace un año. Aunque ha sido criticada por su sistema de micropagos, se trata de un juego gratuito que ha permitido a los fans de la saga aplacar la espera de Diuablo IV matando demonios y completando mazmorras desde sus móviles. Su historia se sitúa entre los acontecimientos de Diablo II y Diablo III.
La saga Diablo ha sido aclamada por su atmósfera única, su jugabilidad adictiva y su historia intrigante. Ha dejado una marca indeleble en el género de los juegos de rol de acción y ha reunido a una gran comunidad de seguidores en todo el mundo que ahora abrazan Diablo IV para agrandar su leyenda.