La NASA ha detectado un asteroide que inquieta bastante a los astrónomos por su trayectoria prevista. Según los cálculos, hay una probabilidad de que el objeto, nombrado 2023DW, impacte en la Tierra en 2046.
“Hemos estado rastreando un nuevo asteroide llamado 2023DW que tiene una probabilidad muy pequeña de impactar la Tierra en 2046. A menudo, cuando se descubren nuevos objetos por primera vez, se necesitan varias semanas de datos para reducir las incertidumbres y predecir adecuadamente sus órbitas en el futuro”, ha informado la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA.
Todavía hay mucha incertidumbre. El asteroide 2023DW se dejó ver por primera vez el 27 de febrero de 2023, por lo que aún queda mucho por analizar antes de confirmar una amenaza real.
Por el momento, los científicos estiman que la probabilidad de que se produzca un impacto en la Tierra en febrero de 2046, cuando el asteroide pasará muy cerca, es de 1 entre 560. Lo que es lo mismo: hay una cómoda probabilidad del 99,82 % de que 2023DW no alcance la Tierra.
Son resultados preliminares, pero la intriga va en aumento, puesto que, en caso de impactar, este asteroide podría hacer mucho daño en la Tierra.
Si los cálculos no fallan, 2023DW tiene 50 metros de diámetro. No bastaría para suponer la destrucción total de la Tierra o desatar una superextinción, como el asteroide que acabó con los dinosaurios (que tenía entre 10 y 18 km de diámetro), pero sí sería suficiente para provocar una devastación local y más de un millón de muertes, en caso de caer en una gran ciudad.
El caso más reciente de un impacto así se produjo en 2013, cuando un meteorito con la mitad del diámetro que el asteroide 2023DW explotó sobre el aire en una zona remota de Rusia. A pesar de la lejanía del impacto de las zonas pobladas, miles de personas resultaron heridas por la onda expansiva. El bólido liberó una energía de 500 kilotones, treinta veces superior a la bomba nuclear de Hiroshima.