Una de las lluvias de meteoros más numerosas del año está a punto de alcanzar su momento de máxima actividad, pero este año no podremos disfrutarlo como de costumbre. Las estrellas fugaces de las Gemínidas cruzarán el cielo siendo prácticamente “invisibles”, y no solo por las nubes que nos afectan estos días. ¿Por qué no se apreciarán?
Las Gemínidas tienen una tasa de actividad por encima de los 120 meteoros por hora y una velocidad de 35 kilómetros por segundo durante varios días, lo que las convierte en una de las lluvias más activas del año, pero eso no impedirá que pasen desapercibidas este año.
El 2022 no será un buen año para la observación de las Gemínidas, puesto que su momento de máxima actividad se producirá un día antes de que la Luna alcance su fase de cuarto menguante, informan desde el Observatorio Astronómico Nacional.
La máxima actividad de la lluvia se espera que tenga lugar entre los días 14 y 15 de diciembre. Los meteoros podrán observarse tímidamente desde una hora después de la puesta de Sol hasta la salida de la Luna.
Si te encuentras en un lugar con cielos despejados, puedes hacer el intento de disfrutar de las Gemínidas buscando un lugar sin contaminación lumínica (lejos de la ciudad) y sin objetos a la vista como edificios o árboles, y mirar en la dirección opuesta a la Luna para evitar que su brillo pueda deslucir el de las estrellas fugaces. Espera a que tu vista se acostumbre a la oscuridad durante una media hora.
El origen de las Gemínidas fue un misterio durante siglos pues no se sabía asociar la lluvia de meteoros con ningún cometa periódico conocido. En el año 1983, el telescopio espacial de infrarrojos IRAS (lanzado por la NASA) identificó un asteroide, llamado Faetón, y al estudiar su órbita, se concluyó que era este asteroide el que causaba la lluvia de estrellas.
Se trata pues de un caso peculiar, pues prácticamente todas las otras lluvias de meteoros conocidas están causadas por cometas.
Aunque hay que aclarar que los astrónomos aún debaten sobre la clasificación y orígenes exactos de Faetón. Algunos lo consideran un "cometa muerto", lo que sugiere que una vez tuvo un caparazón helado que se derritió, mientras que otros lo consideran un "cometa de roca" porque Faetón pasa muy cerca del Sol durante su órbita, lo que teóricamente resulta en calentamiento y agrietamiento que crea escombros y polvo, según explica la NASA.
La conclusión es que los orígenes exactos de Faetón siguen siendo un misterio, pero sabemos que es el cuerpo padre de las Gemínidas.
Todos los años por estas fechas, la Tierra atraviesa un anillo poblado con aquellos fragmentos desprendidos de Faetón. Cuando uno de esos fragmentos (o meteoroides) entra en contacto con la atmósfera terrestre, se calcina por la fricción con el aire creando así el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz.