Este lunes, 26 de septiembre, la NASA probará por primera vez su tecnología para desviar un asteroide como parte de la misión DART de defensa planetaria. Una nave realizará un impacto cinético con Dimorphos, que orbita un asteroide más grande llamado Didymos a 11 millones de kilómetros de la Tierra. Te contamos cómo ver la colisión.
Aunque hoy en día no es un riesgo real, la amenaza del impacto de un asteroide en la Tierra como el que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años siempre acecha.
Hay 2.285 asteroides en el grupo de “objetos potencialmente peligrosos” (PHA, por sus siglas en inglés), que tienen al menos 100 metros de diámetro y orbitan relativamente cerca de la Tierra. El que destruyó a los dinosaurios medía unos 5 kilómetros, bastante más, pero en eventos más recientes hemos comprobado que una roca menor basta para hacer mucho daño si cae en un área habitada.
En 2003, el asteroide que explotó sobre Cheliábinsk, una de las ciudades más pobladas de Rusia, que medía “tan solo” 20 metros, hirió a 1.500 personas y destrozo ventanales y edificios en varios municipios por la onda expansiva que generó.
La nave de la misión DART, cuyas siglas significan Prueba de Redirección de Doble Asteroide, se dirige al sistema binario de asteroide Didymos, un candidato ideal para desarrollar y perfeccionar la tecnología que nos ayudará a desviar asteroides peligrosos. El laboratorio Jhons Hopkins de la NASA ha sido el encargado de construir DART, que fue lanzada en un cohete Falcon 9 de SpaceX el 23 de noviembre de 2021 desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California.
DART es solo el primer paso para probar lo que tenemos hasta ahora. Aunque se plantean otros medios para evitar una colisión fatal en la Tierra de rocas espaciales, por el momento lo más viable es el impactador cinético, lo que probará a hará la nave de la NASA en Didymos, que consiste en embestir un asteroide a gran velocidad.
DART chocará contra la luna Dimorphos, que mide 160 metros, frente a los 780 metros del asteroide que orbita.
Para asteroides más grandes del grupo PHA, con tiempos de advertencia breves, la explosión nuclear es la única opción factible, aunque se ha planteado el concepto de impactador cinético mejorado (EKI), que consistiría en el lanzamiento de una nave que recolectaría una muestra de roca del gran asteroide y después impactaría para desviar su trayectoria. También se ha teorizado con el método del tractor gravitatorio: una sonda que volaría junto al asteroide de manera que ambos se atraerían por la fuerza gravitatoria, pero los astrónomos dudan de su efectividad en asteroides de gran tamaño.
Más recientemente, se ha planteado un proyecto denominado DE-STAR (Sistema de Energía Dirigida para Apuntar a Asteroides y Exploración) que contempla dirigir un láser a un asteroide distante con suficiente flujo para abrasar parte de la superficie del asteroide y desviar su trayectoria. Pero la tecnología para hacerlo no está lista.
Al hacerlo, la nave se autodestruirá, pero otro satélite de la Agencia Espacial Italiana (LICIACube) permitirá observar todo el proceso para documentar lo que sucede, algo que será retransmitido y podremos seguir a través de las cuentas de la NASA de Facebook, Twitter y YouTube a las 7:14 pm EDT del lunes 26 de septiembre (1:14 hora peninsular española del martes 27). La cobertura empezará una hora antes.
También lo filmará la cámara a bordo de DART, llamada DRACO, los ojos de la nave y que la han guiado hasta su objetivo. El pasado 27 de julio obtuvo esta imagen de Didymos y su luna Dimorphos. Por tanto, podremos ver desde dos perspectivas por primera vez la desviación artificial de un asteroide fuera del cine de ciencia ficción.
Adicionalmente, en 2024 está planeado el lanzamiento de otra nave que está construyendo la Agencia Espacial Europea, llamada HERA. La nave HERA y los dos CubeSats que transportará consigo partirán hacia la pareja de asteroides, donde llegarán en 2026, y captarán imágenes de cerca del cráter que DART habrá dejado en Dimorphos para evaluar la efectividad de la técnica de desviación.
Pero aunque todo salga bien, este es tan solo el primer peldaño hacia la defensa planetaria de asteroides destructivos. Lo más seguro es que, tras la misión DART, se necesiten más experimentos con impactos en otros objetos de naturaleza diferente a Dimorphos, ya que no todas las rocas están hechas del mismo material.
Algunos de esos asteroides, además, podrían ser aprovechados en un futuro para extraer minerales.