La NASA se está preparando para el lanzamiento de su próxima misión, llamada DART (siglas en inglés de Prueba de redirección de doble asteroide), que tiene un ambicioso objetivo: desviar un asteroide peligroso para evitar que impacte en la Tierra. ¿Cómo lo hará?
El próximo 23 de noviembre, un cohete SpaceX Falcon 9 impulsará la nave DART desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California rumbo al espacio, y el lanzamiento podrá seguirse en directo a través de NASA TV, la aplicación de la NASA y el sitio web de la agencia.
DART será la primera demostración de la técnica del impactador cinético, que implica enviar una o más naves espaciales grandes y de alta velocidad a la trayectoria de un asteroide en el espacio para cambiar su movimiento.
El primer objetivo de DART son el asteroide binario cercano a la Tierra Didymos y su luna, que no representan una amenaza real pero servirán de prueba. La nave de la misión viajará por el espacio durante aproximadamente un año, viajando casi 11 millones de kilómetros hasta llegar a Didymos a finales de septiembre de 2022, según la NASA.
Este asteroide binario tiene aproximadamente 780 metros de ancho. No obstante su cuerpo secundario (o "luna") tiene un tamaño de aproximadamente 160 metros, que es más típico del tamaño de los asteroides que podrían representar la amenaza significativa más probable para la Tierra. El binario Didymos se está observando intensamente utilizando telescopios en la Tierra para medir con precisión sus propiedades antes de que llegue DART.
La nave espacial DART logrará la desviación del impacto cinético chocando deliberadamente contra la luna de Didymos a una velocidad de aproximadamente 6,6 kilómetros por segundo (24.000 km/h), con la ayuda de una cámara a bordo (llamada DRACO) y un sofisticado software de navegación autónoma.
La colisión apenas afectará al asteroide, pero sí cambiará mínimamente la velocidad de la luna pequeña en su órbita alrededor del cuerpo principal en una fracción del uno por ciento. Puede sonar a nimiedad, pero esto cambiará el período orbital de la luna pequeña en varios minutos, lo suficiente como para ser observado y medido con telescopios en la Tierra.