Una conocida laguna en Oaxaca, México, se tiñó de rosa repentinamente hace unos días. El evento, que de primeras podría parecer un milagro bastante bello de observar, se ha convertido en un problema para toda la fauna de sus aguas, puesto que han aparecido multitud de peces muertos a orillas de la laguna.
Se trata de la laguna de La Salina, que solía conectar con el mar. Cuando esto cambió, sus aguas fueron evolucionando.
El color rosa fue detectado por primera vez a mediados de mayo, cuando un puñado de turistas acudió al lugar para ver de cerca la laguna. El presidente municipal César Ruiz Gutiérrez pidió entonces una inspección de la laguna, que se extiende a lo largo de unas 40 hectáreas.
Desde la Universidad del Mar, que se encuentra en Oaxaca, los expertos han determinado que el cambio de color se debe a una bacteria que ha proliferado gracias a la baja oxigenación de la laguna a causa de haber dejado de tener contacto con el mar.
Se desconoce por ahora la especie exacta de este microorganismo, por lo que las autoridades están pidiendo a la población por ahora que no se bañe en la laguna de La Salina, que podrían ser tóxicas. Se ha comunicado la muerte de peces, y se teme por un cocodrilo autóctono de la zona.