El Ayuntamiento de Lloret de Mar (Selva) ha cerrado el hotel Castellà y ha sancionado a la propiedad con 33.751 euros de multa, después de que el año pasado realizaran una inspección en las instalaciones.
El consistorio ha abierto el expediente sancionador por diferentes infracciones administrativas, como reformas no autorizadas por la Administración, incumplimiento de la obligación de comunicar a la Administración los cambios de titularidad de las actividades, no disponer de la lista de comunicación de clientes y por protección de Seguridad Ciudadana.
Estas imputaciones se documentaron después de una inspección de la Policía Administrativa de la Policía Local de Lloret en el establecimiento, en la que se detectaron diferentes hechos especialmente graves. Desde presencia de cristales rotos, carencia de certificado de inspección por parte de una entidad de inspección y control con resultado favorable y vigente hasta situación de dejadez e insalubridad en cocinas, baños y espacios comunes del hotel.
También, el sistema de videovigilancia del hotel no estaba señalizado y tampoco contaban con normativa de protección de datos; funcionamiento anormal de la caldera de gasoil; piscina sin medidas de seguridad como el perimetraje o mantenimiento incorrecto de productos y líquidos corrosivos.
Aparte de la sanción, el establecimiento también tiene impuesto una imposición para ejercer la actividad turística hasta que acredite al Departamento de Actividades del Ayuntamiento la resolución de las incidencias e irregularidades detectadas.
"Seremos contundentes con cualquier establecimiento que incumpla la normativa y ponga en peligro la seguridad de los trabajadores y de los clientes. No podemos permitir malas praxis que afectan al conjunto de sector turístico y estropean su reputación", ha sentenciado el alcalde de Lloret, Adrià Lamelas.
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