El Ayuntamiento de Salou (Tarragona) ha incorporado frente a la costa de la localidad catalana unos bancos y papeleras que han sido fabricados a partir de plásticos recuperados del mar. Una acción que ha permitido convertir los residuos marinos en mobiliario urbano, promoviendo la economía circular y la mejora de los espacios públicos con materiales reciclados y duraderos.
El consistorio ha instalado cinco bancos, de 80 kilos cada uno, y cinco papeleras, reutilizando hasta 1.000 kilos de plásticos recuperados del mar. "Una cifra que representa mucho más que un gesto simbólico, ya que transforma la basura oceánica en espacios para la ciudadanía, ofreciendo una segunda vida a los residuos y convirtiéndolos en una parte útil y visible del mobiliario urbano", explica el consistorio.
Esta acción, que se ha llevado a cabo en la zona de los Pilones, forma parte de un proyecto impulsado por Mini y Gravity Wave, que promueve acciones concretas para reducir el impacto ambiental y fomentar un modelo de ciudad más ecológico, responsable y alineado con la conservación del litoral.
“Es fundamental que todos tomemos conciencia de la importancia de cuidar nuestro entorno. Es un ejemplo claro que, con acciones concretas, podemos transformar el problema en una solución”, ha explicado el alcalde de Salou, Pere Granados sobre unos bancos que "ahora ofrecen un momento de descanso y antes eran antes residuos que contaminaban los océanos".
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