Investigadores de la Fundación Docencia e Investigación MútuaTerrassa han impulsado un estudio para descubrir la relación entre el alzhéimer y la crisis climática, partiendo de la base de que el calentamiento global constituye un riesgo para la salud pública y que el incremento de las temperaturas afecta negativamente a muchas patologías crónicas como esta enfermedad neurodegenerativa, que "se ve agravada como consecuencia de las condiciones climáticas extremas y empeora su pronóstico".

El trabajo está liderado por la Dra. Natalia Cullell, doctora en medicina e investigación traslacional, y estudiará el efecto estacional y del cambio climático sobre la metilación del ADN, un tipo de modificación genética conocida como epigenética, y sus implicaciones en la progresión del deterioro cognitivo leve amnésico en pacientes con perfil de biomarcadores de alzhéimer positivos.

De este modo, analizarán como la metilación del ADN, modulada por factores ambientales, puede influir en el curso de la enfermedad en cuestión. Para ello, casi un centenar de pacientes en los síntomas iniciales con deterioro cognitivo leve amnésico y se emplearán técnicas ómicas para estudiar la metilación del ADN en dos escenarios extremos: oleadas de calor e inviernos fríos.

Con ese objetivo, se colocarán sensores de temperatura y humedad en los domicilios de los pacientes incluidos en el estudio. En el marco de la iniciativa también está previsto llevar a cabo un estudio piloto sobre los efectos de una intensa estimulación cognitiva durante los períodos de calor críticos.

Una vez concluidos los análisis, el trabajo contempla la creación de una herramienta tecnológica concebida para mitigar la incidencia del cambio climático en pacientes vulnerables y ofrecerá datos para desarrollar estrategias adaptativas y de confort climático en personas vulnerables como son las que padecen la enfermedad de Alzheimer.

Actualmente, el grupo investigador trabaja en la recogida de muestras de saliva de los pacientes, con el fin de poder conocer su ADN. Esta información también se creará con datos relativos a los registros de temperatura, que se obtendrán gracias al convenio firmado en julio de 2023 entre la Fundación Docencia e Investigación MútuaTerrassa y el Servicio Meteorológico de Cataluña (Meteocat).

Por último, los investigadores tienen previsto realizar un test cognitivo a los participantes y combinarán los resultados con el resto de datos compilados. Los primeros resultados se esperan para el 2026.

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