Exalumnos de los colegios de Casp y Sarrià y víctimas de abusos por parte de miembros de la Compañía de Jesús (CJ) han pedido a la fiscalía que, igual que está haciendo su institución homóloga en Bolivia, investigue si la orden pudo haber encubierto casos de pederastia.
En una carta abierta titulada 'Cielo en otra vida, infierno en esta', avanzada este jueves por 'El Periódico' y a la que ha tenido acceso EFE, emplazan a la fiscalía a investigar si hay más casos de los denunciados y a que investigue si los Jesuitas han podido cometer un delito de encubrimiento.
Los Jesuitas de Cataluña reconocieron el pasado mes de julio que tenían contabilizados un total de 145 denuncias por abusos sexuales a menores desde el año 1948, aunque en la mayoría de casos sostenían que no había recorrido penal por prescripción del delito o la muerte del agresor.
La orden presentó un informe sobre violencia sexual dentro de su propia institución, con la colaboración del bufete de abogados Roca Junyent, donde el delegado y portavoz de la Compañía en Cataluña, Pau Vidal, hizo público el nombre completo de 14 agresores sexuales.
La carta, que no se trata de un escrito formal ante el ministerio público, se ha hecho pública un día después de conocerse que el juzgado de instrucción número 29 de Barcelona investiga por primera vez al religioso Francesc Peris, en un caso que, a diferencia de otros, podría no estar prescrito.
"Dados los datos conocidos, y reconocidos por la CJ, no hay justificación para que no actúe, empezando por exigir, y si se niegan, requisar, toda la documentación relevante de una organización que conocía, no denunció, y, pudiendo, no evitó, gravísimos delitos de pederastia durante décadas", recoge la carta.
Además, los impulsores de la misiva critican que la Compañía no reconociera en julio "la reincidencia en la mayoría de los denunciados".
"Los culpables directos son los agresores, pero sin la protección y encubrimiento de compañeros y superiores, con traslados donde continuaron sus agresiones pederastas, este horror nunca hubiese durado medio siglo", han manifestado.
Los firmantes de la carta subrayan que los principales responsables de estos hechos son "los superiores de la orden", que no hicieron nada para evitarlos, y lamentan: "Mientras prometían el cielo en la otra vida, creaban un infierno en esta".
Además, subrayan que "la fiscalía de Bolivia ha imputado a los últimos tres responsables de la Compañía de Jesús (CJ) en su país por encubrimiento, aunque muchas agresiones también están prescritas".
"Hay evidencia suficiente para que nuestra fiscalía actúe, si no respecto de los casos prescritos, sí al menos para investigar si hay más casos que los denunciados y si alguno de ellos todavía no ha prescrito", han manifestado.
La misiva también insta al Parlament a reactivar de forma urgente la comisión creada en la anterior legislatura "y que se cerró por convocatoria electoral sin concluir sus trabajos, incluyendo sólo dos víctimas entre las más de ochenta comparecencias propuestas".
Además, el documento pide a la Cámara catalana que retire la medalla de oro otorgada a la Abadía de Montserrat, "donde se ha demostrado que hubo agresiones y encubrimiento institucional".
La carta también insta al Gobierno y a las Cortes a implementar las recomendaciones del Defensor del Pueblo y activar de una vez el mecanismo de protección y reparación a las víctimas, y a aprobar urgentemente la propuesta de ley para declarar estos delitos imprescriptibles, ya aceptada a trámite en el Congreso.
"Las actuales víctimas no podemos ampararnos en ella, pero es esencial para evitar víctimas futuras", ha manifestado.
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