Los presos involucrados en delitos extremadamente violentos no podrán trabajar en las cocinas de las cárceles de Cataluña ni en talleres donde tengan que manejar instrumentos peligrosos. La decisión llega tras el asesinato de la cocinera de la prisión de Mas d'Enric (Tarragona), a manos de un preso que trabajaba con ella y que cumplía condena por asesinato.
De este modo, los presos con delitos de asesinato o lesiones graves estarán vetados en las labores de las cocinas de los centros penitenciarios de Cataluña, según ha confirmado el conseller de Justicia, Ramon Espadaler en declaraciones a EFE.
Espadaler ha explicado que se han revisado las circulares que regulan el acceso de los reclusos a puestos de trabajo en los recintos penitenciarios para incorporar la nueva medida.
El crimen de la cocinera de Mas d'Enric puso en pie de guerra a los funcionarios de prisiones. Ahora, el nuevo protocolo entrará en vigor este lunes para buscar un "equilibrio" entre la seguridad de los recintos y el objetivo de reinserción de los presos.
Para Espadaler, se trata de una medida "de sentido común" porque resulta difícil entender que alguien que tiene delitos violentos, a veces con armas blancas, con resultado de muerte o lesiones graves, pueda trabajar con determinadas herramientas, como cuchillos".
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