Perros adiestrados acompañan a niños en exploraciones judiciales en Lleida: "La experiencia es menos traumática"

  • La Generalitat catalana pone en marcha un proyecto pionero de intervención asistida con animales

  • El proyecto proporciona apoyo emocional durante las exploraciones judiciales a los menores que han sido víctimas de un delito

  • La presencia del perro permite generar un ambiente "más distendido" y ayuda a relajar y mejorar la comunicación del menor

El Departamento de Justicia, Derechos y Memoria de la Generalitat de Cataluña ha puesto en marcha una iniciativa pionera que busca mejorar la atención a los menores que han sido víctimas de un delito, mediante la intervención asistida con perros durante los procedimientos judiciales.

Los perros adiestrados acompañan a los niños y hacen la experiencia "menos traumática" al proporcionar apoyo emocional y generar entornos de confianza. Estas exploraciones consisten en una declaración registrada que se convierte en una prueba preconstituida, con el objetivo de evitar la victimización secundaria y ayudar a conservar la calidad de los testigos.

Durante una sesión de exploración judicial con niños, los perros están especialmente entrenados para ofrecer soporte emocional y físico. Antes de empezar, el perro se presenta al niño de forma calmada, permitiendo una primera interacción que reduce las tensiones iniciales.

Funcionamiento de las sesiones

Los primeros quince minutos se dedican a crear un vínculo entre el niño y el perro mediante juegos o actividades de adiestramiento canino, adaptadas a la edad del niño. Durante la exploración judicial, el perro se mantiene cerca del niño ofreciendo una presencia tranquilizadora. Si el niño se siente ansioso o estresado, el perro puede acercarse más, permitiendo que el niño lo toque o le mime para calmarse.

Los animales pueden realizar pequeñas tareas como poner la cabeza en la falda del niño o permanecer a su lado, creando una atmósfera de apoyo constante. Esta interacción facilita que el menor se sienta protegido y escuchado, permitiéndole relatar los hechos de forma más cómoda y menos traumática.

Al final de la sesión, se vuelve a crear un ambiente distendido donde el niño interactúa con el perro a través de juegos o adiestramiento, asegurando que la primera y última interacción del menor sea con el perro, dejando así un recuerdo más positivo de la experiencia.

Contención emocional

Los equipos de asesoramiento técnico penal (EATP), integrados por profesionales de trabajo social y psicología, llevan a cabo esta labor, a petición de jueces o magistrados. Sus funciones es proporcionar asesoramiento en cualquier fase procesal y aportar información, valoraciones y propuestas que ayuden a comprender las circunstancias de las personas implicadas en los procedimientos penales y tomar decisiones judiciales.

El servicio "está abierto a todos los partidos judiciales de la provincia de Lleida" y una de las condiciones que el convenio prevé es, entre otros, "que los tutores del menor y la comitiva judicial acepten que el perro entre durante la exploración judicial”, ha explicado el director de los Servicios Territoriales del Departamento de Justicia, Derechos y Memoria en Lleida, Robert Cabasés.

Por su parte, el coordinador de los EATP, Eric Lletjós, ha explicado que “la declaración de la víctima o testigo se obtiene dentro de un marco profesional de contención emocional y, por tanto, uno de los objetivos es favorecer la comunicación entre los niños y los profesionales del 'EATP durante la exploración judicial, aportando bienestar emocional y potenciando la calidad de la exploración judicial".

Ahora, la presencia del perro permitirá generar un ambiente "más distendido, tranquilo y amable, lo que ayuda a relajar al niño y a mejorar su comunicación", según la directora de la Asociación Ilerkan, Maylos Rodrigo.

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