El juzgado en funciones de guardia ha dejado en libertad al primero de los dos mossos d'Esquadra detenidos este jueves por presuntamente ayudar al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont a eludir su detención. Este primer agente arrestado, que está supuestamente vinculado al coche con el que el dirigente de 61 años se ha dado a la fuga tras su discurso en Barcelona, había pedido el 'habeas corpus', pero su petición ha sido rechazada.
Fuentes judiciales han explicado que la jueza encargada del caso no ha aceptado el 'habeas corpus' solicitado por la defensa del mosso y que, si finalmente se abre una causa judicial, se le citará como investigado. Las mismas fuentes han informado de que, al practicarse todas las diligencias, ya no era necesario que el mosso continuara detenido.
El primer mosso d'esquadra detenido, como decíamos, habría facilitado la huida de Puigdemont en un turismo blanco después de que el expresident se escabullera de la comitiva de Junts que lo acompañaba al Parlament, entre las 3.500 personas concentradas en el paseo Lluís Companys de Barcelona. La defensa del agente ha considerado, antes de ser puesto en libertad, que su detención ha sido "ilegal y arbitraria" y vulneraría el artículo 17.1 de la Constitución.
Un segundo agente también ha sido arrestado por supuestamente ayudar al expresident de la Generalitat en su huida. No obstante, por ahora no ha trascendido más información respecto a la supuesta colaboración que ha ofrecido este mosso. Permanecería arrestado por ahora.
Se investiga si las personas que acompañaban a Puigdemont a su llegada al acto en Arc de Triomf, lo que ha hecho cruzando las calles de Ciutat Vella -sin apenas transeúntes, lo que habría permitido una detención en condiciones seguras-, eran mossos d'esquadra de permiso. Si agentes de la policía catalana, incluso fuera de servicio, hubieran colaborado en la huida de Puigdemont una vez en España, podrían haber incurrido en un delito, ya que el expresidente catalán tiene una orden de detención nacional vigente que vincula a todos los efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado.
De hecho, tras la huida de Puigdemont, fuentes del Tribunal Supremo han subrayado a EFE que el juez Pablo Llarena dejó claro en el auto en el que descartó amnistiarlo que la orden de detención sigue vigente y, por lo tanto, las fuerzas de seguridad tienen la obligación de arrestarlo y ponerlo a disposición judicial. Precisamente, cuando en 2017 abandonó España tras la activación del artículo 155 de la Constitución -aunque todavía sin orden de detención- Puigdemont contó con la ayuda de Lluís E., agente de los Mossos d'Esquadra que después fue condenado, junto al exconseller de Interior Miquel Buch, por ejercer de escolta del expresidente catalán en el extranjero mientras estaba contratado como asesor del Departament. Tanto Buch como Lluís E. fueron condenados a cuatro años y medio de cárcel y cuatro años de cárcel por malversación, respectivamente, aunque han sido los primeros amnistiados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Mientras, los Mossos d'Esquadra mantienen los controles para localizar y detener al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, a quien han perdido el rastro tras intervenir en un acto multitudinario en Barcelona, tras siete años huido de España, pese a tener una orden de arresto.
Por la tarde, los Mossos ampliaban a toda Cataluña el nivel 3 del dispositivo 'Jaula' (Gabia) que han activado al comprobar que Puigdemont no se encontraba en el séquito de dirigentes independentistas que se dirigían al Parlament para asistir a la investidura del socialista Salvador Illa. Pese a que tanto los Mossos d'Esquadra como la consellería de Interior niegan cualquier acuerdo previo con Puigdemont para una detención discreta, fuentes conocedoras del operativo policial han indicado a EFE que trabajaban con la idea arrestar al expresident tras el acto en el Arco del Triunfo una vez dentro del parque de la Ciutadella, alejados ya de la multitud y, por lo tanto, sin riesgos para la seguridad.
Sin embargo, este escenario ha saltado por los aires cuando los Mossos han comprobado que Puigdemont se había escabullido cuando se dirigía al Parlament en comitiva rodeado de los suyos.
Ante es situación, la policía catalana, dirigida por el comisario jefe, Eduard Sallent, ha activado el dispositivo 'Jaula', primero en el área de Barcelona y posteriormente lo ha extendido a toda Cataluña, lo que comporta principalmente inspecciones y controles de vehículos. No obstante, pasadas las 13:30 horas se desactivaba la 'Operación Jaula' sin tener rastro de Carles Puigdemont.
Puigdemont, sobre quien pesa una orden nacional de detención, ha regresado hoy jueves a España tras casi siete años huido de la justicia española y ha ofrecido un breve discurso ante sus fieles en el paseo de Lluís Companys de Barcelona, cerca del Parlament, donde hacia las 10.00 horas ha arrancado el pleno de investidura del socialista Salvador Illa, sin la presencia del líder de Junts en la cámara. Los Mossos habían desplegado un amplio dispositivo para blindar el Parlament con motivo de la sesión de investidura, pendientes del anunciado regreso de Puigdemont, quien tiene vigente una orden de detención por malversación dictada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que ha descartado amnistiarle.
Pese a la orden de detención vigente, Puigdemont, que ayer anunció en redes sociales que había emprendido su regreso, ha logrado llegar al escenario que Junts había montado en el paseo de Lluís Companys, cerca del Parlament y frente de la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), donde unas 3.500 personas, según la Guardia Urbana, le han aclamado.
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