Boyas con sensores: la prueba piloto para avisar a bañistas en playas catalanas sin vigilancia
Los dispositivos en las boyas de balizamiento detectan las condiciones marítimas en la costa y envían automáticamente los datos
Si la prueba resulta satisfactoria instalarán semáforos que simularán las banderas que ondean donde sí hay servicio de vigilancia
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Protección Civil de la Generalitat ha puesto en marcha una prueba piloto en las playas de Cambrils (Tarragona), Roses (Girona) y Mataró (Barcelona) para establecer un sistema de avisos a los bañistas en calas y playas no vigiladas.
Para ello, han instalado sensores en las boyas de balizamiento de costa en playas vigiladas para obtener datos en tiempo real y de forma automática del oleaje y poder compararlas con las facilitadas por los servicios de socorrismo que dispone cada municipio.
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Esta prueba permitiría validar la eficacia del sistema automático y determinar si las condiciones del baño son o no seguras, para más adelante valorar la instalación de este sistema en playas o calas del territorio catalán donde no hay servicio de vigilancia.
Sistema de avisos a los bañistas
Los equipos envían los datos al Departamento, que se muestran en el visor del estado de las playas y en una aplicación que pueden disponer los mismos municipios o gestores de playas.
Si la prueba piloto resulta satisfactoria y comprueba que las mediciones y el envío de datos funcionan de forma correcta, la Generalitat estudiará establecer en un futuro un sistema de avisos a los bañistas de aquellos lugares o municipios donde no hay servicio de vigilancia, especialmente en las playas y calas con mayor aforo.
Semáforos que simulan las banderas
Para llevarlo a cabo instalarían un prototipo de semáforos, que indicarían el color que correspondería si hubiera una bandera como las que hay en las playas en las que sí hay servicio de socorrismo. De esta forma, el color del semáforo indicaría si el baño es apto (verde), no lo es (amarillo), o si está prohibido (rojo).
Este semáforo, que podría probarse en septiembre, se instalaría en espacios cercanos y visuales de estas u otras playas o calas cercanas sin vigilancia o incluso fuera de los horarios del servicio de socorrismo.
También permitiría que el gestor municipal cambie a voluntad el color del semáforo por otros motivos que no fuera el estado del oleaje, como contaminación del agua, la presencia de medusas u otras circunstancias que pudieran dificultar o impedir el baño.
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