Reyerta en Girona: el presunto asesino mató al líder del clan de los Tomates con una AK-47 tras la discusión de dos niñas

La Policía sigue buscando a los presuntos autores de las muertes de un hombre de 48 años y una mujer de 44 en una pelea en Girona durante la noche de San Juan. El presunto autor del doble homicidio es Guillermo, un conocido traficante de armas, que huyó armado del lugar de los hechos.

Los fallecidos eran Juan, el líder del clan gitano de los Tomates, y su cuñada Yolanda. Según recoge El Español, el presunto asesino habría acabado con la vida de ambos después de iniciar un tiroteo con una AK-47. Además, en el tiroteo resultaron heridos dos hijos de Juan, uno de ellos menor y la otra embarazada.

La discusión comenzó sobre las diez de la noche y derivó en un tiroteo en la vía pública y con atropellamientos por parte de dos coches.

Fuentes próximas a la investigación han indicado a EFE que la mujer fallecida habría muerto al ser atropellada por uno de esos coches mientras que el hombre, a falta del resultado de la autopsia, murió por un disparo.

Los investigadores tratan de conocer también la causa de esta pelea en la que, presuntamente, participaron clanes familiares enfrentados. Según recoge El Español, la discusión habría empezado tras un desencuentro entre dos niñas, una de ellas la hija del presunto asesino. La tensión se elevó hasta que terminó en tragedia.

Este lunes los Mossos mantenían un dispositivo de protección del hospital Josep Trueta de Girona para impedir que el medio centenar de personas que permanecen ante sus puertas puedan acceder al mismo, donde están ingresados dos heridos del tiroteo habido en la ciudad.

Una vez ingresados en el centro, un grupo de más de cien personas se concentró ante las puertas del hospital con la intención de acceder a Urgencias, lo que llevó a los Mossos a habilitar un cordón policial y enviar dotaciones de la división antidisturbios ARRO para controlar una situación que fuentes del cuerpo califican de "muy tensa" y que acabó sin incidentes pero con contusionados, entre ellos dos agentes.

Hasta las tres de la madrugada se prolongó el forcejeo entre la policía y los concentrados en las puertas de Urgencias, que quedaron cerradas, y mientras tanto el hospital derivó a la mayoría de nuevos pacientes a otros hospitales de la ciudad.

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