Condenada a prisión permanente revisable la mujer que mató a su hija de 4 años para herir a su ex en Barcelona
La Audiencia de Barcelona propone investigar a Cristina Rivas por presunto maltrato psicológico a su ex
El juez le impone una orden de alejamiento durante diez años respecto al padre de la niña y los abuelos paternos de la menor
El padre de Yaiza, la menor asfixiada por su madre en 2021: "Cuando se muere un hijo, te mueres con él"
La Audiencia de Barcelona ha condenado a Cristina Rivas por la muerte de su hija de 4 años a prisión permanente revisable por un delito de asesinato a una menor de 16 años.
La condena llega tras el veredicto emitido por el jurado, que declaró a la madre de Yaiza culpable por unanimidad de planificar el crimen de forma "metódica", con la intención de dañar a su ex pareja en Sant Joan Despí en 2021, y descartaron que la mujer lo hiciera afectada por ningún trastorno mental.
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El magistrado le aplica la máxima pena teniendo en cuenta como agravante que la víctima era su hija y como atenuante que confesó el crimen. También impone medidas cautelares como la prohibición de aproximación y comunicación con los familiares de la víctima y a una indemnización al padre de la menor y a sus abuelos.
Proponen investigarla por presunto maltrato psicológico
El juez también le ha impuesto una orden de alejamiento durante diez años respecto al padre de la niña (su ex) y los abuelos paternos de la menor, y deberá indemnizar al padre con 250.000 euros y a los abuelos con 75.000 euros cada uno.
Una vez la sentencia sea firme, se derivará a otro juzgado para que valore si investigar a la mujer por presuntamente maltratar psicológicamente a su ex, algo que pidió el fiscal en el juicio al considerar que la finalidad del crimen fue "hacerle el mayor daño posible no solo con la muerte sino en recalcarle que es por venganza y por su culpa".
En este sentido, el veredicto que el jurado emitió el viernes de la semana pasada valoró por unanimidad de los nueve jurados que la mujer planificó el crimen de forma "metódica" y con la intención de dañar a su ex pareja y padre de la niña.
Causar el "máximo daño"
Este procedimiento deberá seguirse en los juzgados de Sant Feliu de Llobregat. "Queda acreditada la intención de la acusada de causar el máximo daño psicológico posible al padre de la menor no solamente matando a X, sino culpabilizándole de la muerte de la menor y de la suya propia", según recoge la sentencia:
"Matando a X se aseguraba la acusada que causaba un daño psicológico irreversible al padre del que ni podría haberse defendido ni podría recuperarse, asestando el más duro golpe que se puede propinar a cualquiera, acabando con la vida de se hija. De ahí que proceda deducir testimonio de particulares tal y como solicita el Ministerio Público para su remisión al decanato de los Juzgados de Sant Feliu de Llobregat por la presunta comisión de un delito de maltrato psicológico", culmina.
El veredicto
El jurado constató que Rivas planificó matar a la niña y luego suicidarse (fue reanimada después del crimen), que para hacerlo buscó durante semanas información de casos mediáticos de violencia vicaria, y que "actuó intencionadamente en dos momentos distintos": primero la intentó matarla con fármacos y, al ver que a la mañana siguiente seguía viva, la asfixió.
La mujer admitió el crimen desde el mismo día en que mató a la niña, el 31 de mayo de 2021, y reiteró la confesión ante el tribunal durante el juicio (el jurado lo valoró como atenuante) en el que su defensa intentó que quede exenta de responsabilidad penal o consiga atenuantes por haber actuado con "miedo insuperable" a perder a su hija o un trastorno mental que atribuyen a la depresión que supuestamente sufría.
En el juicio, un único psicólogo contratado por la defensa sostuvo que Rivas tenía un trastorno de personalidad que supuestamente afectó a sus capacidades al cometer el crimen, mientras que en un debate de unas cuatro horas tres peritos públicos concluyeron que la mujer planificó el crimen por rencor y rabia a su ex, estando en plenas facultades mentales.
"Preparó todos los detalles"
El jurado descartó por unanimidad que la mujer sufriera un trastorno mental dada la "meticulosa planificación de los hechos, que se extendió durante un periodo de varios meses" durante el que nadie del entorno de Rivas notó que tuviera un trastorno, y tampoco tenía historial psicológicos o psiquiátricos hasta el crimen.
"Las búsquedas de internet, los cambios para el cambio de titularidad del vehículo, las cartas de despedida, indican que durante mucho tiempo la acusada preparó todos los detalles para llevar a cabo los hechos metódicamente", afirmó el jurado en su veredicto.
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