El problema de la vivienda se agrava en las ciudades más turísticas, como es el caso de Barcelona, donde los vecinos de La Rambla han decidido monitorizar el turismo a través de los teléfonos móviles de los visitantes. Por los repetidores saben cuántas personas pasean por esa zona en tiempo real y su país de procedencia.

Ahí ven ejemplos de los turistas que se mueven a diario por el centro de la Ciudad Condal. Con estos datos, los vecinos quieren demostrar cómo es convivir con este turismo masivo en una de las zonas más emblemáticas de la localidad y que se tomen medidas. Informan Alejandro Mendoza, Javier Villanueva y Gloria Palau.

Los vecinos de La Rambla están cansados ver calles convertidas en todo un río de turistas por la que es hasta a veces complicado pasear. De hecho, muchos barceloneses evitan ir a La Rambla y añoran los tiempos en que el turismo de masas no generaba estos efectos. Los vecinos no se resignan y por eso han contratado a esa empresa que va a monitorizar y a medir la afluencia en tiempo real para gestionar así mejor los momentos de masificación.

Ni un solo teléfono móvil se escapa de ser contabilizado. Miles de dispositivos que continuamente entran en La Rambla, se mueven por ella y salen. Unas antenas captan las señales que emiten y el algoritmo procesa los datos con un objetivo: "Para que vuelva a ser un sitio agradable para los que vivimos aquí en Barcelona. Y eso solo lo podemos hacer si tenemos información que nos permita entender qué es lo que pasa", explica Ángel Díez, vicepresidente de la asociación 'Amics de La Rambla'.

Hartos de tanta masificación, los datos servirán, por ejemplo, para conocer en tiempo real el número de turistas que transitan por los 1.200 metros de La Rambla, las horas más concurridas o el incremento de persoans que supone la llegada de los cruceros. "Lo primero de todo, La Rambla", dice una turista.

Dato a dato, la asociación vecinal que promueve el proyecto pretende conseguir el respaldo de las autoridades para reordenar la vida en La Rambla. "Esto es insostenible, se juntan todos aquí". "Te dan un empujón". "Nos están echando de nuestra propia ciudad". Son algunas de las quejas de los ciudadanos. Mediante el conocido como el 'Observatori Rambla', solo quieren conseguir que una de las 10 calles más conocidas del mundo no sea solo un parque temático del turismo y vuelva a ser patrimonio de todos.

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