El pacto que promete Barcelona sobre la Sagrada Familia: una solución urbanística para la escalinata

El Ayuntamiento de Barcelona ha prometido a los vecinos afectados por la construcción de la escalinata de la Fachada de la Gloria de la Sagrada Familia alcanzar un acuerdo con ellos este mandato, para cambiar el Plan General Metropolitano (PGM) de 1976, que comporta derribar viviendas de la franja central de dos manzanas de longitud de la calle Mallorca.

El gobierno de Jaume Collboni se reunió este jueves por la tarde con los vecinos junto a la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, quien ha explicado el planteamiento del consistorio desde 1976, que genera "una situación de afectación y de provisionalidad que necesitamos que termine".

Para el Ayuntamiento, la solución urbanística que pacten debe partir de dos premisas: garantizar el derecho a la vivienda y terminar con la provisionalidad. Bonet ha dicho que si esta solución, a la que también deberán llegar con la Junta Constructora de la Sagrada Familia, comporta la "expropiación forzosa" de los vecinos del entorno, la deberá afrontar la Junta.

Calendario de la Junta

También ha dicho que el calendario de la Junta mantiene la finalización de la Torre de Jesús en 2026 y de la Fachada de la Gloria "mucho más allá del 2030", por lo que ha avisado DE que el acuerdo al que quieren llegar no implica que la transformación se haga este mandato.

La intención del Ayuntamiento es seguir reuniéndose con los vecinos y con la Junta, a quienes el gobierno ha trasladado lo mismo que a los vecinos, y apuesta por hacer reuniones a tres, aunque ha recalcado que "la solución definitiva" no corresponde al Ayuntamiento.

Garantizar el derecho a la vivienda

Por parte de los vecinos, también han priorizado garantizar el derecho a la vivienda con afectaciones mínimas para los pisos del entorno y el realojo a zonas próximas, y que se llegue a un acuerdo en este mandato, y que la expropiación la pague el templo.

Han celebrado el compromiso del Ayuntamiento de encontrar una solución en este mandato y han dicho que insistirán "constantemente" en que haya reuniones para avanzar hacia un acuerdo. Esta reunión llega después de que la asociación de vecinos aceptase una solución --presentada también a la Junta Constructora-- propuesta por el gobierno de la entonces alcaldesa, Ada Colau.

El gobierno de Colau propuso a los vecinos que la escalinata alcanzase la primera manzana (entre las calles Mallorca y València); que el paseo de entrada al templo tuviese 40 metros de anchura (en vez de 60), y reducir a unos 200 el número de vecinos desplazados, que podrían trasladarse a la manzana contigua, entre las calles Marina y Lepant, entre otras cuestiones.

Los vecinos han explicado que este era "un documento de trabajo" con el que mantenían conversaciones para llegar a un acuerdo y no una propuesta del Ayuntamiento. Bonet ha dicho que el gobierno actual conoce estos documentos, que están "encima de la mesa" y que trabajarán sobre ellos como base.

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