La "impotencia" de Alba para independizarse, con dos carreras y empleos: "No tengo dinero para una entrada"

"Tengo prácticamente dos carreras y trabajando en dos sitios, no me planteo comprar una vivienda, ni ahora ni en unos años". Este es el caso de Alba Herrera, de 26 años, que vive con su madre ante la imposibilidad de independizarse. Una coyuntura que, como ella, afecta a ocho de cada diez jóvenes españoles que siguen en casa al depender económicamente de sus familias.

"Voy a cumplir 27 años y mis padres con mi edad estaban casados, independizados y me tenían a mí y a otra en camino. Eran otros tiempos y no había la crisis actual, ni los precios y sueldos eran los mismos. Antes lo tenían mucho más fácil que ahora. Aunque estudies, no te lo facilita" explica Alba en una entrevista a Informativos Telecinco.

Voy a cumplir 27 años y mis padres con mi edad estaban casados, independizados y me tenían a mí y a otra en camino

Ella espera poder independizarse a corto plazo. Para ello, solo contemplo hacerlo a través de un alquiler. En ningún caso con la compra de un inmueble. "Es difícil porque piden una entrada que es un dinero que no tengo. Siento impotencia", admite.

No tengo la intimidad que necesito

Esta situación la sufre y comparte con su círculo más cercano. "Me ayuda un poco saber que no soy la única. Obviamente, quiero irme, no tengo la intimidad que necesito y haré lo posible para poder irme ya, pero de alquiler. No me planteo para nada comprar, lo veo para un futuro".

Me ayuda un poco saber que no soy la única

Del mismo modo que Alba, su madre Inma, siente impotencia ante la situación que afronta su hija. "Lo tiene muy difícil. Los sueldos son los mismos que hace 20 años y encima el nivel de vida es superior. Los jóvenes se van de alquiler para empezar y lo hacen compartiendo piso. Solo, es inviable"

Sobre su futura salida de casa para meterse en un alquiler, Inma reconoce la imposibilidad de poder ahorrar para la entrada de un piso. "El alquiler es el 50% del sueldo y entre que pagan los pequeños gastos y convivir no les da para ahorrar. Tiene una edad con la que cualquier joven ya debe estar fuera, hacer su vida y tener intimidad. Sin embargo, tiene que ir con los padres o compartir vivienda con los amigos. Tampoco debería ser así", afirma.

Una lucha en la que Inma trata de apoyar a su hija, aunque no pueda contribuir en su economía: "No puedo ayudarla a dar la entrada de un piso. No todos se lo pueden permitir. Es una lucha de yo como madre con mis hijas", culmina.

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