El éxito de Veus de Dona, un club de lectura con lista de espera en Rubí, Barcelona: "Expresarse es una terapia"

Los libros han unido a más de cuarenta mujeres en Rubí (Barcelona), donde un club de lectura se ha convertido en "una medicina" para las integrantes de Veus de Dona. Una comunidad donde leer es la puerta de entrada a unas tertulias que para muchas es una terapia.

"No somos nada elitistas ni eruditas en ninguna materia. Hay gente que tiene un bagaje intelectual increíble, y otra que va a aprender. A través de nuestras tertulias hablan. Saben que no se van a reír de ti porque des tu opinión. Todas son bienvenidas", explica Gracia Pérez, la conductora de las tertulias de un club que fundó hace 15 años.

Una vez al mes se reúne en la biblioteca de Rubí con las integrantes de Veus de Dona: "Cuando llego, están todas esperando. Entramos como una familia, como un grupo de amigas que se va a tomar un café". De este modo, Gracia y el resto de mujeres opinan sobre unos libros que han forjado vínculos especiales.

"Hay gente que ha llegado al club con una depresión importante y ahora está bien. Es una terapia el poder expresarte, compartir lo que sientes. Al provocar emociones, siempre hay cosas de la vida que salen", reconoce Gracia sobre unas sesiones donde los libros afloran los sentimientos.

"Si hablamos de duelos, hay mucha gente que es viuda y explica su proceso. Otras se han quedado viudas después de leer un libro y se lo ha tenido que leer de nuevo porque le ha ayudado a superar el duelo. Esto es lo que hace que sea especial: la libertad. No es fácil hablar de tu vida y cosas íntimas", añade la fundadora de Veus de Dona.

Este grado de confianza hace que la gente se libere y exprese sus miedos. "Tenemos una hora y la tertulia siempre dura más. Nos falta tiempo para hablar de todo lo que nos apetece". El vínculo que se genera ha hecho que el club de lectura tenga una larga lista de espera, con colas desde hace años.

Más demanda que plazas

"Como había tanta demanda, se hizo otra línea hace seis años y ahora hay dos de 22 personas en cada una de ellas. Leen el mismo libro cada mes. Encontrar 45 ejemplares en la red de bibliotecas es difícil", admite Gracia. Sin embargo, tal es el éxito que otras 30 mujeres siguen esperando su turno para poder acceder el curso que viene.

Para dar la oportunidad a todo el mundo, en este tipo de casos, la Diputación de Barcelona obliga a dejar libre la plaza cada dos años para que puedan asistir las solicitantes: "Es un recurso público. Si no se movieran, no sería justo para el resto de ciudadanos. Todos tienen derecho a acceder a ello si lo desean".

En el caso de aquellas que se quedan fuera un año, no dudan en apuntarse al próximo curso. "Te puedes reenganchar, no consta con que has estado en el club, es lo que hacen la mayoría de compañeras. Pero siempre tienen preferencia las personas que nunca han entrado al club. Nosotros no echamos a nadie", afirma Gracia.

Un club alternativo desde el bar

Las ganas por pertenecer a Veus de Dona ha hecho que aquellas que no han podido estar esta temporada junto a Gracia en las tertulias, creen por primera vez un club alternativo. "Se van al bar al frente de la biblioteca el día que tenemos club. Se leen el mismo libro y realizan la tertulia. Decían que no podían estar sin compartir tertulias".

De este modo, cuando Gracia acaba la sesión en el interior de la biblioteca, se pasa a compartir un rato con ellas. "Cuando salgo, puedo irme a tomarme una cerveza y decirles cómo ha ido la tertulia con las otras compañeras. Imagínate hasta dónde llega el enganche a los libros. Nos lo pasamos muy bien juntas".

El club de lectura también se reúne fuera de la biblioteca. De hecho, los libros les llevan a realizar rutas literarias por diferentes rincones del mundo. "Ahora nos vamos a Croacia. En este caso no he podido elegir solo un libro, he elegido tres. Me interesa que conozcan la historia del país, la guerra de los Balcanes".

En 15 años solo hemos tenido a tres compañeros

Previamente, Veus de Dona viajó hasta Irlanda. "Nos leímos Las cenizas de Angela, de Frank McCourt, y estuvimos hospedadas en Limerick (Irlanda). En Cantabria hicimos la ruta en Puerto escondido, de María Oruña. O en Escocia la ruta de Outlander. Estas experiencias unen al grupo, del que forman parte todo tipo de personas.

"La gran mayoría son mujeres jubiladas, pero también hay otras que están en activo y se piden las vacaciones cuando organizo los viajes", añade Gracia sobre un club que tiene la puerta abierta a los hombres. "No es solo para mujeres, pero solo se apuntan ellas. Es muy difícil encontrar a hombres. En 15 años solo hemos tenido a tres compañeros".

Un camino repleto de libros y viajes que ha creado amistades en torno a la lectura. "En la ciudad no había ningún club de lectura. Somos pioneras de la ciudad. Empezamos siendo 17 y ahora somos 45. Una evolución que ni la propia fundadora esperaba. "Lo tomé como un reto. Si funcionaba bien no seguiría haciendo las tertulias con mis amigas. Ahora he conseguido tener muchas más amigas y ampliar cualquier expectativa".

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.