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El Palau Victoria Eugenia acoge desde este miércoles la primera exposición dedicada al arte inflable en Barcelona, donde el espectador disfrutará de una experiencia sensitiva con 17 creaciones en las que el aire es el elemento esencial de "Pop Air".
Esta exposición itinerante forma parte de Balloon Museum, que ha recibido más de cuatro millones de visitantes en Roma, París, Madrid, Milán, Nápoles, Nueva York, Atlante y Londres. Ahora es el turno de Barcelona, donde el aire y sus diferentes formas y materiales involucrarán al público en una estimulación constante para ver, sentir y vivir la experiencia.
El corazón de la exposición es 'Hypercosmo', donde el cielo, el mar y la tierra se fusionan hasta mezclarse para el espectáculo del ciclo de la vida. Se invita al espectador a sumergirse, jugar y dejarse arrullar por un ambiente cándido, convirtiéndose en parte integrante de la obra. Una evolución inesperada llama su atención hasta conducirle hacia un espectáculo único.
Otra de sus grandes atracciones es la piscina de bolas, que apareció en la tercera temporada de la serie de Netflix 'Emily in Paris'. La muestra está pensada como un recorrido único que incluye diversas tipologías de obras: grandes instalaciones, esculturas hinchables, obras interactivas y digitales. Por último, una galería de vídeo dedicada a profundizar en la historia del Arte Inflable.
El espectador se encuentra en el centro de una nueva modalidad de participación: será el director de su propia presencia, para dejar una impronta de la experiencia en el mundo digital y de todas las emociones asociadas a ella.
La visita se enriquece con nuevas prácticas que crean interacciones y conexiones y que sitúan al espectador en relación inmediata con las obras, el recorrido expositivo y el resto de público presente.
'Clowd Swing' es otra de las obras llamativas. Una experiencia lúdica e interactiva que tiene como objetivo evocar una sensación de asombro, nostalgia y placer en los participantes. Para ello, se utilizan columpios suspendidos de nubes brillantes para crear color y luz mientras las personas interactúan con la obra.
O 'Tholos', un monumento dedicado a la geometría, elevado como las divinidades del pasado, con una estructura aparentemente imponente que, gracias al aire, puede instalarse en cualquier contexto y lugar según sea necesario. De este modo, el espectador se encontrará en una arquitectura que lo separa del contexto externo, inmerso en una dimensión replicada e infinita gracias a la presencia de la superficie espejada.
El resultado es una experiencia realista y mística que desafía y provoca nuestras ideas sobre la geometría espacial y la gravedad. En el caso de 'ARIA', esta experiencia inmersiva permite al visitante rodearse de una interpretación digital del arte hinchable en un espacio reducido y con una multitud de globos que se pierden en el cielo.
"El visitante se adentra en un vuelo de elementos de colores vivos, siguiendo su evolución a través de la experiencia metafísica de la suspensión", explica la organización sobre un sinfín de creaciones donde el público puede disfrutar de una exposición única, donde el arte inflable coge diferentes formas en Barcelona hasta el próximo 15 de septiembre.
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