Carles Puigdemont i Casamajó, nacido el 29 de diciembre de 1962 en Amer, Girona, es una figura polémica y central en la política catalana reciente. Sin embargo, antes de su ascenso a la política, Puigdemont tuvo una carrera significativa en el periodismo, marcada por una dedicación profunda a la cultura y la política catalanas.

Puigdemont es el segundo de los ocho hijos que tuvieron Francesc Xavier Puigdemont i Olivera, panadero de profesión, como ya fue su padre antes que él, y Núria Casamajó i Ruiz. Curiosamente, la familia todavía tiene la panadería en Amer. Puigdemont inició su educación en su pueblo natal, para ser enviado a los nueve años a Girona para continuar sus estudios en el colegio religioso Santa Maria del Collell. Se quedó en la localidad para profundizar en sus estudios en filología catalana en la Universidad de Girona. Durante sus años universitarios, empezó a mostrar un fuerte interés por el activismo cultural y político, lo cual eventualmente orientaría su carrera profesional y política.

Su carrera en el periodismo comenzó en 1982, trabajando inicialmente para varias publicaciones locales, siendo la primera de ellas El Punt, una publicación pro-independentista. Rápidamente se estableció como un periodista y editor influyente en la región de Girona. En 1988 empezó a recolectar referencias a Cataluña en la prensa internacional, usando ese material en el año 1994 en un libro titulado ‘Cata... què? Catalunya vista per la premsa internacional’.

En 1999, Puigdemont ascendió a director de la Agencia Catalana de Noticias que él mismo fundó, apoyado por la propia Generalitat de Catalunya. Más tarde, entre 2002 y 2004, fue director de la Casa de Cultura de Girona. Durante su gestión en estos roles, Puigdemont fue fundamental en la promoción de la cultura catalana, no solo a nivel local sino también internacionalmente a través de su trabajo en 'Catalonia Today', un periódico en inglés que él también ayudó a lanzar.

Puigdemont también fue pionero en la adaptación de las noticias al formato digital, lo que demuestra su visión de futuro respecto a la transmisión de información y cultura. Fue durante este tiempo que consolidó su reputación como defensor de la identidad catalana, una pasión que claramente trasladó a su carrera política posterior.

Su transición de los medios a la política se materializó en 2006 cuando fue elegido miembro del Parlamento de Cataluña por la provincia de Girona. Esta etapa marcó el comienzo de su carrera política en serio, culminando con su elección como alcalde de Girona en 2011. Durante su mandato como alcalde, y más tarde como presidente de la Generalitat de Cataluña, Puigdemont continuó utilizando sus habilidades comunicativas adquiridas en el periodismo para abogar por la independencia de Cataluña.

Su presidencia estuvo marcada por desafíos significativos, especialmente su rol en el referéndum de independencia de 2017, que intensificó las tensiones entre Cataluña y el gobierno español. Su liderazgo durante este periodo fue tanto elogiado por sus seguidores como criticado por sus opositores, destacando la polarización en la política española y catalana.

Actualmente Puigdemont todavía permanece en el exilio, pero su figura continúa siendo central en el debate sobre la independencia catalana. Su legado como periodista y político sigue influyendo en las discusiones culturales y políticas en Cataluña y más allá.