Vecinos de Barcelona han pedido al Ayuntamiento tomar medidas cautelares ante denuncias por ruido. Una problemática que somete a muchos a violencias acústicas al estar por encima de los límites permitidos.
Uno de los lugares más afectados está en el Triángulo Golfo de Barcelona, ubicado en el barrio de Poblenou, donde hay locales y discotecas de gran aforo. "Estamos entre 8-10 decibelios por encima de lo permitido", afirma Jero Lorenzo, de la plataforma SOS Triángulo Golfo, sobre una problemática que repercute en su salud física y psicológica.
"No podemos decidir en qué lugar de casa podemos dormir. Tenemos que hacerlo donde no hay ruido. Hay gente que duerme en la cocina o en el trastero, no podemos hacerlo en nuestras habitaciones", destaca sobre un ruido que ha supuesto en algún caso tirar de pautas de medicación para el sueño.
Otra de las personas afectadas es Mireia, quien el ruido le afecta especialmente al tener problemas auditivos. "Soy una persona sorda, llevo implante y audífono. El ruido molesta muchísimo. A veces oyes, pero no sabes el qué y te impide escuchar el habla", explica a Informativos Telecinco.
En su caso, el ruido del tráfico le supone un gran problema a la hora de comunicarse. "Vas paseando por una acera y te impide oir a la persona que hay al lado. Es terrible. Molesta. He sido oyente y ahora me molesta más el ruido que antes", admite sobre el ruido, que también le impide escuchar el timbre: "Tengo un aparato que me avisa. Tienes que ir adaptándote a la casa".
En la calle Enric Granados, adelantar el cierre de las terrazas no ha solucionado el problema. "El local sigue abierto y la gente sigue en la calle", explica Jordi Badia, sobre un ruido que les impide abrir las ventanas: "No nos escuchamos los que estamos en el interior".
Ante estos hechos, la Federació d'Associacions Veïnals de Barcelona (Favb), ha reprochado al Ayuntamiento la "inactividad municipal" ante esas denuncia, y ha reiterado su petición de que el consistorio prevenga y evite la contaminación acústica.
Para los vecinos, "es urgente que desde las administraciones se sigan planes de inspección para controlar que las actividades molestas dispongan de licencias y autorizaciones", por lo que reclaman recursos suficientes para la inspección y el control del ruido.
"Denunciamos el hostigamiento que sufren los afectados por el ruido cuando denuncian o son estimadas sus demandas judiciales, en un clima de manipulación informativa y de falta de apoyo de las administraciones", han criticado.
Con todo, recuerdan que Barcelona "sufre numerosos conflictos, uno de ellos el del ruido", que creen que se ha mantenido como un problema crónico y que se ha agravado con la masificación turística.
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