Sabotean tres pozos en la Costa Brava, afectada por la sequía: "Eran la garantía de agua"

El Consorcio de Aigües Costa Brava Girona sufre un nuevo varapalo tras la emergencia por sequía, a la que se suma el sabotaje de tres pozos en del municipio de Castelló d'Empúries que deja al pantano de Darnius-Boadella como única fuente de abastecimiento de agua de consumo humano en esta zona.

Los tres pozos quedaron inutilizados y fuera de servicio la pasada madrugada, después de unos actos vandálicos que han causado daños valorados entre 500.000 y un millón de euros.

"Se habían vuelto a poner en funcionamiento en los últimos años y servían para mejorar la garantía de suministro de agua de boca a la Costa Brava norte ante posibles situaciones de emergencia, como averías a la captación principal o situaciones de sequía como el actual", ha explicado el Consorcio de Aigües Costa Brava Girona.

Entre los daños ocasionados, hay vallas y portales arrancados, las cañerías de acero inoxidable serradas a trozos o también dobladas, bombas desaparecidas e instalaciones eléctricas incendiadas. De hecho, los actos vandálicos han dejado uno de los pozos "totalmente inhábil" porque se han abocado hierros.

"No será útil nunca más para nadie y se desconoce si los otros dos podrán estar operativos antes del verano", ha destacado el presidente de la Diputación de Girona i del Consorcio de Aigües Costa Brava Girona, Miquel Noguer.

"El problema no es solo salvar la temporada de verano, sino garantizar el agua de boca para todos los habitantes de los municipios afectados", ha añadido Miguel Noguer, quien ha reiterado que estos pozos "eran la garantía del agua que no tenemos en Darnius-Boadella".

Ahora han perdido esta alternativa y tendán que buscar otras vías. "La situación se complica de cara en los próximos meses. Si hasta ahora la situación era alarmante, en estos momentos es trágica. Este acto va en contra del interés público", ha dicho el gerente del Consorcio de Aigües Costa Brava Girona, Jordi Agustí.

La historia de estos pozos

Los llamados pozos de la Gallinera son un conjunto de pozos ubicados en el término municipal de Castelló d'Empúries y que fueron fuente de abastecimiento de agua hasta 1987 para los municipios de Roses y Cadaqués. A partir de ese año pasaron a tener una aportación prácticamente testimonial, dado que el Consorcio de la Costa Brava construyó y puso en servicio la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de Empuriabrava, alcanzada con aguas superficiales del río Muga.

Actualmente, el ETAP Empuriabrava puede proveer de agua en alta para el abastecimiento municipal en los municipios de Castelló d'Empúries (urbanización de Empuriabrava), Roses, Cadaqués, Llançà, Colera, el Port de la Selva, la Selva de Mar y a la Mancomunidad de Palau-saverdera, Pau, Vilajuïga, Garriguella y Pedret i Marzà.

En los años recientes, los pozos de la Gallinera fueron cedidos al Consorcio de Aigües Costa Brava Girona por los respectivos consistorios, con el fin de que pudieran ser recuperados, debidamente equipados y ademanes en servicio de nuevo como fuentes de abastecimiento del ETAP Empuriabrava y con las correspondientes concesiones de la Agencia Catalana del Agua (ACA).

Desde el año 1988, estos pozos han aportado como máximo un 7% de la demanda anual de agua al conjunto de municipios de la red de la Costa Brava norte, a través de un caudal de 30 litros por segundo.

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