Cada gota de agua cuenta. Y más en plena emergencia por sequía en Cataluña, donde una tecnología desarrollada en Canarias permite captar agua de la niebla para reforestar o regar lugares afectados por la falta de precipitaciones.
En el Garraf (Barcelona) han instalado un total de 66 captadores. "Concentra las microgotas de agua de la niebla a través de las paredes de una malla plástica, que rodea las plantas hasta la superficie del suelo. Aquí, las raíces de las plantas la pueden absorber", explica Vicenç Carabassa, investigador del CREAF (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales).
El agua captada permite utilizarla en labores de restauración forestal, como ocurrió en Las Palmas de Gran Canaria, donde desarrollaron tres sistemas diferentes con variedad de materiales y tecnologías capaces de captar más de 500 litros de agua por metro cuadrado en diez meses.
Además de este uso, el agua captada de la niebla también permite ser "un riego de apoyo" en explotaciones agrícolas. "Puede ser de ayuda en situaciones de sequía extrema como la que vivimos", detalla Vicenç Carabassa. Para utilizar estos captadores, el viento es fundamental.
"En Cataluña no tenemos las condiciones óptimas para la colección de agua de niebla, también necesitamos viento. Sí que hay algunas zonas como el altiplano del Vallès o Anoia, donde sí podría llegar a darse estas condiciones y hay que probar estas técnicas", reconocen desde el proyecto Life Nieblas, cofinanciado por la Unión Europea.
"Para captar el agua necesitamos niebla, pero también viento porque la niebla no deja de ser microgotas que están en el ambiente. Este viento las empuja y chocan con estas estructuras, que son los captadores de niebla donde podemos recogerlas", destaca Gustavo Viera, responsable de Medio Ambiente y Cambio Climático de Las Palmas, (Canarias), y coordinador del proyecto.
Una herramienta que permite regar lugares complicados de una manera más barata, eficiente y modular. "Utilizamos un recurso natural que hay en la zona que no tiene ni un tipo de coste ni un impacto en el medio ambiente". De hecho, desde Life Nieblas ponen en valor la facilidad de poner en marcha este tipo de captadores.
"Una de las virtudes del proyecto es que trabajamos con técnicas muy simples, que cualquiera en su casa puede construirse como es el caso de estos pequeños protectores". En el caso de Canarias, hay empresas que utilizan estos sistemas para el consumo humano o la comercialización del agua gourmet o derivados. "Pueden ser cervezas, ginebras u otros para un mercado emergente con unas especificaciones diferentes".
Pese a ello, los artífices del proyecto reconocen que los captadores de niebla no sirve para conseguir grandes cantidades de agua. "En Canarias hemos recogido unos 110.000 mil litros en los últimos dos años. No son grandes cantidades para cualquiera que se dedica a la agricultura o un pueblo, eso se consume muy rápido. Pero es un paso donde no hay y puede ayudar".
Es el caso de las parcelas de la cantera del Garraf, donde realizan proyectos experimentales para hacer crecer diferentes especies. "Estos captadores están yendo muy bien para su supervivencia", culmina Carlos Ventura, director de áridos en Promsa Cementos Molins.
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