La Autoridad Catalana de Protección de Datos avala usar cámaras en taxis para perseguir agresiones
La grabación de imágenes "podría ser lícita al amparo del interés legítimo" y las cámaras deberán colocarse en un lugar "visible"
El dispositivo informativo también podrá contar con un código de conexión o dirección de internet que informe sobre la cuestión
Una taxista de Barcelona denuncia a un cliente por masturbarse durante el trayecto
La Autoridad Catalana de Protección de Datos (Apdcat) ha avalado el uso de cámaras de vigilancia en los taxis para "perseguir agresiones y otras conductas delictivas" que se produzcan en el interior de los vehículos.
El dictamen de la Apdcat remite al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y a la Ley sobre esta materia, para avalar su uso "siempre que se lleve a cabo de acuerdo con los principios y garantías de la normativa de protección de datos y las consideraciones efectuadas" en el dictamen.
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La grabación de imágenes "podría ser lícita al amparo del interés legítimo" y consideran que en el caso de instalar cámaras se deberá colocar un dispositivo informativo en un lugar "suficientemente visible" para alertar de la existencia del tratamiento, la identidad del responsable y la posibilidad de ejercitar los derechos de protección de datos.
Este dispositivo informativo también podrá contar con un código de conexión o dirección de internet que informe sobre la cuestión. Se trata de una medida de seguridad que reclama el sector del taxi en Barcelona desde hace tiempo, y que volvió a la actualidad tras que una taxista alertase de que un pasajero se había masturbado en su vehículo durante un trayecto.
Denuncia ante la Guardia Urbana
Una taxista de Barcelona denunció ante la Guardia Urbana a un cliente que se estaba masturbando en el asiento trasero del vehículo mientras le conducía hasta un hotel, y al que conminó a que se bajara de forma inmediata del taxi.
La mujer recriminó al pasajero su actitud, sin que este se inmutara en un primer momento, aunque finalmente optó por salir del vehículo y entrar en el hotel al que se dirigía, situado en la calle Sepúlveda, en el centro de Barcelona.
Posteriormente, la taxista se desplazó hasta unas dependencias de la Guardia Urbana de Barcelona, donde presentó una denuncia como víctima de una infracción administrativa contra la libertad sexual y aportó unas imágenes de una cámara como prueba de lo sucedido.
Tras tener conocimiento de los hechos, el portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, mostró "hartazgo" por la "desprotección" que sufren los taxistas en su vehículo y ha reclamado acciones "esta semana" antes de que el sector responda con contundencia.
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