La sequía ha provocado la muerte de cientos de árboles por diferentes puntos de Cataluña. Es el caso de Santa Coloma de Gramenet, que ha solicitado la colaboración de la Generalitat para la retirada de ejemplares afectados en la Cordillera de Marina, un espacio natural protegido situado en la provincia de Barcelona.
La cadena montañosa sufre una situación crítica debido a los efectos devastadores de la sequía, que ha provocado la implantación de medidas urgentes para limitar el uso del agua en más de 202 municipios del territorio catalán.
La alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, dirige una petición al Departament de Acció Climàtica para solicitar la colaboración económica y técnica y abordar de manera urgente la retirada del arbolado fallecido de la zona boscosa de la Serralada de Marin, que "afecta gravemente" al municipio.
"Nos enfrentamos actualmente a una situación crítica con relación a la salud de las zonas forestales, principalmente causada por la prolongada sequía, que está provocando una mortalidad sobrevenida del arbolado" ha explicado Núria Parlon.
El consistorio ha informado al Departament de que se ha detectado un incremento significativo de árboles muertos y afectados por el escarabajo común de los brotes del pino. De hecho, hace dos años ya sufrió esta plaga y realizaron actuaciones de retirada de los pinos afectados, con la colaboración de la Generalitat.
En la carta, la alcaldesa explica que "esta situación está causando daños considerables en nuestra zona forestal y periurbana, poniendo en peligro la biodiversidad local y provocando la acumulación de combustible con el consiguiente riesgo de incendio".
Para hacer frente a esta problemática, desde el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet piden acciones, que "son cruciales para preservar la salud de nuestros bosques y prevenir la propagación de incendios forestales, garantizando al mismo tiempo la seguridad y bienestar de nuestros ciudadanos".
El Consorcio del Parc Natural de la Serra de Collserola (Barcelona) ya ha iniciado la tala de 200 árboles muertos afectados por la sequía y una plaga forestal de escarabajo perforador en la zona del Baixador de Vallvidrera.
Esta zona es uno de los espacios forestales de la capital catalana donde los efectos de la sequía acumulada es más visible. De este modo, con el objetivo de garantizar la seguridad y mejorar la estructura del bosque, realizarán una actuación forestal de retirada de ejemplares muertos o con riesgo de caída.
Los trabajos en la zona también tienen por objetivo reducir el riesgo de incendio. También se aprovechará para reparar mobiliario en mal estado o afectado por la intervención y se instalarán nuevos bancos hechos con restos de la actuación.
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