Sin agua y sin trabajo: la "supervivencia" de las empresas de jardinería, "en juego" por la sequía
El gremio de jardinería de Cataluña alerta sobre la situación "crítica" del sector: "No tener agua supone una parada de la actividad"
Unas 2.500 empresas sufren las consecuencias de la sequía y la facturación ya bajó un 20% antes de la fase de emergencia
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La emergencia por sequía en Cataluña ha propiciado una crisis en el sector de la jardinería debido a los cortes de agua que les imposibilita poder desarrollar su actividad económica. Una situación donde la escasez de agua hace tambalear el futuro de las empresas que se encargan del cuidado de las zonas verdes.
"Para plantar y mantener un árbol lo primero que tienes que hacer es regarlo. No tener agua supone una parada de la actividad", lamenta Miquel Marín, presidente del gremio de jardinería de Cataluña sobre una situación crítica que pone "en juego la supervivencia" de un sector de 2.500 empresas con 13.000 trabajadores.
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A finales de 2023, la facturación del sector de la jardinería ya se había reducido un 20%. "Aún no estábamos en emergencia, la previsión actual es que la situación sea mucho más crítica". Esta realidad atormenta a los trabajadores, que rememoran la última sequía que ya les cortó el agua entre 2007 y 2008. "En aquel momento, un 30% de las empresas cerraron y la facturación cayó un 50%".
Dificultades en obras públicas y privadas
Ahora, la emergencia por sequía ya les ha privado de realizar labores en obras públicas. Incluso en particulares, que "son conscientes que no pueden mantener o disfrutar de un jardín", por lo que han parado las obras y desde el gremio piden a la Administración que habiliten ERTE's "sin duda alguna" por causa o fuerza mayor para poder subsistir".
Una propuesta que también quieren que llegue para las empresas pequeñas. "Son autónomos y también necesitan ayudas directas para mantenerse vivos", añade Miquel Marín, quien no entiende que se pueda usar agua para baldear y no para regar árboles. "Es importante mantener el verde vivo, no es el problema, es parte de la solución climática. Los árboles no entienden de política".
En la primera fase de emergencia, el riego del arbolado público está habilitado con agua regenerada o freática, para garantizar la seguridad de los peatones y refugios climáticos en verano, pero sin que la medida comprometa el suministro domiciliario.
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