Los profesores de Secundaria de Cataluña han mostrado su rechazo a la posibilidad de alargar la educación obligatoria hasta los 18 años. Una idea del Consejo Escolar del Estado, el principal órgano consultivo en materia educativa, que propone en su informe anual para mejorar el sistema.
"Es una medida de maquillaje para ocultar la realidad. Es como si me dijeran que el límite de la edad laboral se va a alargar hasta los 30 años para que desaparezca el paro juvenil", explica a Informativos Telecinco Xavier Massó, secretario general del sindicato Profesores de Secundaria de Cataluña (ASPEPC-SPS), sobre una "suculenta" propuesta para las concertadas que "puede empeorar resultados" y "trivializar la enseñanza de conocimientos".
El Consejo Escolar del Estado considera la ampliación de los 16 a los 18 años una medida que podría ayudar a reducir el porcentaje de abandono escolar antes de lo que debería, aunque el sindicato catalán asegura que su aplicación tendría unas consecuencias que "pueden incluso empeorar la realidad actual".
España tiene la segunda mayor tasa de abandono educativo de Europa, con un 13,9% en 2022. Para mejorar este porcentaje, el sindicato Profesores de Secundaria destaca la importancia de "la transmisión de contenidos de conocimiento" en vez del "abuso de enseñanza por competencias o aprendizaje basado en proyectos".
Para Xavier Massó, la comprensión lectora y el cálculo numérico "es la base" esencial para los alumnos. "Sin esto, las carencias en la mochila se siguen arrastrando. Un alumno que no sepa multiplicar, ¿cómo le vas a explicar raíces cuadradas?"
Por su parte, Joan Maria Girona, maestro y psicopedagogo de la Asociación de Maestros Rosa Sensat, tampoco ve factible alargar la educación obligatoria hasta la mayoría de edad.
"Hoy en día ya cuesta acabar a los 16. Alargar hasta los 18 probablemente aumentaría la cantidad de chicos que no lo harían con ganas. Repercutiría más en negativo que en positivo porque hacer las cosas por obligación no es la mejor alternativa", apunta el profesor catalán.
Por ello, Joan Maria Girona pone en valor el acompañamiento, la ayuda y el ánimo a los estudiantes para que "hagan lo máximo posible" acorde a sus necesidades. "No todos son iguales. Habría que adaptar a cada uno lo que necesita para mejorar y conseguir aprobar la ESO y que continúe animado para seguir estudiando. De este modo disminuiría el abandono escolar prematuro", añade el profesor.
El docente destaca la falta de alternativas en formación profesional. "Muchos dejan de estudiar porque no encuentran la profesión que les gustaría hacer porque no hay suficientes plazas u ofertas, pero hacer las cosas por obligación y todos igual no es una buena alternativa", concluye.
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