Este día de Reyes Magos, los vecinos de Vilafranca del Penedès, en Barcelona, no solo encontrarán en los roscones reyes y habas. Una joyería del municipio ha escondido joyas de oro de hasta 18 quilates en diez ejemplares repartidos entre cinco pastelerías de la ciudad.
Los afortunados que den con alguna de estas joyas se habrán llevado un anillo valorado en 650 euros, o una pulsera de 250 euros. Un total de 4.500 euros en joyas exclusivas que una joyería del municipio ha diseñado para la ocasión.
Se trata de una iniciativa para fomentar el comercio local. “Se me ocurrió hacer algo nuevo por primera vez, para promocionar por Reyes el comercio de proximidad”, explica Gena Moner, propietaria de la Joyería Moner, a Informativos Telecinco. A cambio, su negocio se da a conocer entre todos aquellos que compren un roscón.
En cada una de las cinco pastelerías, las más tradicionales del municipio, habrá un roscón que contenga uno de los anillos y otro, una de las pulseras.
El anillo es de oro rosa de 18 quilates, con un topacio azul y un diamante en forma de pera. La pulsera es de oro, también de dieciocho quilates y lleva una placa en la que el cliente puede grabar, sin coste, la inscripción que quiera. “Si el anillo no le va bien de talla, se lo ajustamos achicamos o agrandamos aquí”, añade Moner.
Son 10 joyas repartidas en 5.000 roscones. La probabilidad de que toque no es muy alta, pero es más alta que en otras pastelerías que directamente no tienen joya. Es lo que explican los clientes que, al conocer la noticia, ya han comenzado a acercarse para probar suerte.
"Son muy bonitas. Si me lo encuentro, pensaría que es un regalo pero se han equivocado", dice una de las vecinas que ya ha adquirido su roscón. Otros bromean con la idea de poder encontrar uno de los anillos. "Me pienso que me están pidiendo matrimonio" o "creería que se le ha caído a quien lo estaba haciendo", son algunas de sus reacciones.
Desde las pastelerías que participan celebran la iniciativa y la buena acogida que está teniendo. Para ellos ha sido una tarea meticulosa, han metido las joyas únicamente en los roscones que venden los días 5 y 6 de enero, no antes.
“Nos pareció muy buena idea, una manera de promocionar el comercio de aquí", explica Félix Rius, propietario del Obrador Rius. Por eso, para quienes hayan comprado en sus locales quieren tener incluso un detalle extra. Al cliente que le toque, regalarán un postre “si viene y demuestra que se lo ha encontrado en uno de nuestros roscones”.
La suerte ya está echada en Vilafranca del Penedès.
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